Guillermo El futuro a definir, entre el deseo de Angelici y un par de propuestas seductoras
Si continúa será con un plantel muy diferente, porque se le desarmará. Lo sondearon de EE.UU. y del Villarreal.
La Superfinal de la Libertadores absorbe todas las energías del Mundo Boca. Pero el día después, con la gloria o sin ella, también existirá. Y en Brandsen 805 hay varios signos de interrogación por resolver una vez que se resuelva la Copa. ¿Qué pasará con Guillermo Barros Schelotto? ¿Cuántos jugadores serán vendidos? ¿Se renovarán algunos préstamos? ¿Se retirará Carlos Tevez? Ninguna respuesta estará antes de los 90 o 120 minutos del Monumental. Luego serán tiempos de reuniones.
Después de dos años y nueve meses como DT, el Mellizo estará ante su objetivo más grande: levantar la séptima Libertadores de la historia de Boca. En un 2018 que lo tuvo bicampeón del fútbol argentino, está a un partido de saldar una deuda internacional como entrenador y de sacarse una espina que quedó tras la Copa LIbertadores de 2016 luego de llegar a semifinales.
"El objetivo es llegar a la final", le había dicho a Clarín en marzo, antes del debut. Ahora no entra otra idea en la cabeza que dar la vuelta olímpica en Núñez. ¿Y después qué? Si es campeón, claro, planificará el viaje al Mundial de Clubes y aumentará todavía más su espalda de ídolo. Sería, además, el primero en levantar la Libertadores como jugador y técnico en la historia del club.
"No hay nada más lindo que jugar una final del mundo con la camiseta de Boca", fue el mensaje que le brindó al plantel en la pretemporada de enero. Lo repitió en las últimas semanas. Pero luego habrá un análisis general de lo que se hizo y de lo que se puede hacer.
El contrato de Guillermo se terminará en diciembre. El presidente Daniel Angelici ya blanqueó que evaluará toda la gestión (también advirtió que "si Guillermo me dice que quiere continuar, diría que en un 99% sigue"), pero le gustaría seguir con el entrenador hasta el final de su mandato como presidente.
Ambos saben que el escenario puede cambiar de acuerdo al resultado de la final, pero que incluso así no estaría asegurado el futuro. El Mellizo definirá si quiere continuar otro año en el club (en diciembre de 2019 habrá elecciones) o si prefiere tomarse un tiempo de descanso.
Algo más: ¿si sale campeón será postulado para dirigir a la Selección por algunos dirigentes de la AFA? Las hipótesis en el caso de no continuar en Boca van desde la posibilidad de irse a dirigir a la MLS de Estados Unidos hasta un sondeo del Villarreal de España para contratarlo. "Yo me siento cómodo en este club. Es como el patio de mi casa y sé cómo manejarme en el Mundo Boca", fue lo único que expresó Guillermo cuando se le consultó sobre su futuro.
No existió ninguna reunión entre la CD y el DT para extender el vínculo. Tampoco Guillermo buscó instalar su continuidad en plena competencia porque está focalizado en lo deportivo, en sumar su tercer título como técnico del club y en que la planificación salga según lo previsto. "Se evaluarán los tres años", fue lo que se repitió al unísono entre las partes. Pero hay mucho por evaluar incluso si se concreta el título en el Monumental. A Barros Schelotto le gustaría quedarse diez años en Boca, pero sabe que el desgaste del día a día altera a cualquiera.
¿Cuánto se desarmará el plantel en diciembre? Hay ofertas concretas desde Europa por Wilmar Barrios, Nandez y Pavón. Si convencen, serán vendidos justo en un momento en el que la devaluación obligará a actualizar contratos y renegociar el techo del dólar. Otro que podía emigrar es Magallán, a quien Ajax ya lo buscó en junio.
El futuro de Benedetto es una incógnita tras el receso (¿lo buscan desde la MLS?) y las situaciones de Gago y Tevez pesan más desde lo emocional y personal que desde lo futbolístico. A Pintita le quedan dos años de vínculo y a Carlitos hasta diciembre de 2019: ganar o perder la Copa puede hacerlos tomar decisiones distintas. Además se vencen los préstamos de Cardona (el club buscará renegociar la opción de compra) y de Cristian Espinoza.
Pase lo que pase, entonces, habrá un plantel renovado en Boca. Y eso es algo que también puede pesar en la cabeza de Guillermo para tomar una decisión. ¿Será él quien tenga que volver a confeccionar un plantel como lo hizo en 2016 y 2017?
¿Habrá un equipo competitivo para ir detrás de los objetivos grandes del 2019? El Mellizo, de continuar, no quiere bajar la vara que fijó cuando llegó al club. Pelear por el tricampeonato de la Superliga y otra vez por la Copa Libertadores. ■