Lollapalooza 2019: criticar es gratis

Criticar es fácil, divertido, muchas veces inocuo y más aún -benditos tiempos modernos- si se lo hace desde el anonimato de las redes. Pues bien, apenas se conoció la grilla del Lollapalooza Argentina 2019, las críticas empezaron a viralizarse con la velocidad de un rayo. Básicamente, apuntaban a la cantidad de bandas desconocidas que se incluían en el line up y al ingreso en ese line up de artistas como la Mona Jiménez y Lelé (Candelaria Tinelli, la hija de Marcelo).

Antes de contestar estas cuestiones, quisiera dejar sentado por qué me parece que la grilla del festival es muy buena.

Viene Lenny Kravitz, una figura central del funk & roll de los años ’90 para acá. Gran compositor, gran cantante y gran guitarrista es, además, un performer formidable. Los memoriosos recuerdan sus dos shows en la cancha de Boca, en marzo de 2005, como dos explosiones enormes de energía. Desde que ascendió a la categoría de superestrella, el tipo -que supo compartir amistad y música con Prince- se quedó instalado allí.

Va a cantar Kendrick Lamar y llega en el momento justo. Algunos datos relevantes: el referente del rap y del hip hop ya ganó 11 premios Grammy (cuatro de ellos por Damm, su disco de 2017) y también fue galardonado este año con el Premio Pulitzer -que generalmente premia a escritores o periodistas- por las letras de sus canciones y su uso del lenguaje.

Los Twenty One Pilots, el dúo que combina rock, rap y hasta algo de tecno hip hop, también pasa por un momento estupendo. Ya estuvieron en el Lolla 2016, pero tocaron a la tarde, aún no como número central. Ahora, absolutamente consolidados con su último álbum Trench, es una de las bandas que hay que ver si lo que se busca es adrenalina y artistas que se entreguen por completo.

Entre las novedades, también hay una tríada muy interesante en la española Rosalía (hip hop con aires flamencos), el rock and roll de Greta Van Fleet (un cuarteto incendiario de guitarra, bajo, batería y cantante) y el rap bailable de Post Malone.

Por supuesto y como todos los años, hay clásicos consolidados, que por sí solos llenarían el Luna Park o el Gran Rex. Fito Páez -en su primera vez en el Lollapalooza- llega con un muy buen disco, La ciudad liberada, y ganador del Grammy latino por mejor canción ( Tu vida, mi vida). El uruguayo Jorge Drexler también acaba de consagrarse en esa premiación, con un disco excelente, Salvavidas de hielo. Y claro, el gran Caetano Veloso, que eligió llegar con sus tres hijos, Moreno, Zeca y Tom, con quienes viene haciendo este show con Brasil con gran éxito. Otro que se presentará como solista en esta edición es el inoxidable Vicentico.

Si lo que se busca es el componente indie, hay artistas locales que van desde Juana Molina a los nuevos fenómenos mendocinos Perras on the Beach y Usted señálemelo, precisamente señalados alguna vez en esta columna como una de las gratas revelaciones del año.

Y el festival multimedia (porque en definitiva es eso, un encuentro que trasciende el rock e incorpora otros géneros y otras inquietudes, desde talleres de reciclado a locales de comida elaborada) también hace pie en la música para bailar, trayendo a un dj de fama internacional como Tiësto.

Pero, bueno, volviendo al principio, criticar es sencillo. La inclusión de Candelaria Tinelli mucho tiene que ver con que el Lolla apunta históricamente a conformar a un público adolescente, que concurre en masa. La chica (influencer, it girl o como quieran llamarla, con más de tres millones de seguidores en Instagram) ya cantó en el verano de Punta del Este, en el primer programa de es- te año de ShowMatch y fue telonera de Oriana Sabatini (que estuvo en el festival el año pasado y que también recibió miles de críticas). Hasta ahora le conocemos una canción propia y algunos covers, pero sería mucho mejor juzgarla después que actúe, ¿no?

Y en cuanto a la Mona… En la edición 2018 del festival también sorprendió la inclusión de Pablo Lescano con sus Damas gratis. Y la verdad que el creador de la cumbia villera dio un show impecable, con una propuesta sencilla, pero que hizo bailar al mucho público que se juntó para verlo. Y no fue consumo irónico. Yo estuve ahí. La Mona es un ídolo del cuarteto, su propuesta es bien de fiesta y para que la gente se divierta. Los artistas de rock argentino viven legitimándolo (por su música, por su don de gentes) y hasta Divididos tiene una festejada versión de Quién se ha tomado todo el vino.

¿Quién se ha tomado entonces la prerrogativa de juzgar? ■

Hay muchos artistas, y de estilos muy distintos, para ver en la grilla del festival el año próximo.