Ordenan un nuevo proceso a Lula y a Dilma por corrupción
Lava Jato. El ex presidente cumple una condena por otro caso. Para su sucesora, en cambio, es su primer procesamiento.
La justicia federal de Brasilia recibió y aceptó la denuncia contra los ex presidentes Dilma Rousseff y Luiz Inacio Lula da Silva, y de los ex ministros de Hacienda Antonio Palocci y Guido Mantega, acusados de integrar una organización “delictiva” durante los gobiernos de ambos ex mandatarios.
El juez Vallisney de Souza Oliveira resolvió tomar cartas en el asunto y determinar la apertura de un proceso contra los ex gobernantes y los dos ex ministros, miembros del Partido de los Trabajadores.
La denuncia proviene de la Procuración General, de la época en que ese organismo estaba comandado por el ex fiscal Rodrigo Janot. Aquél acusó a Lula y Dilma de integrar un “núcleo político” del PT que habría actuado en el esquema de corrupción de Petrobras.
Janot afirmó en su denuncia de septiembre de 2017, realizada en vísperas de dejar el cargo, que el PT recibió 1.480 millones de reales (unos 380 millones de dólares) de coimas, procedentes de dinero desviado de los cofres públicos. En marzo, el juez de la Corte Suprema Edson Fachin decidió dividir el proceso y enviar a la Justicia Federal de Brasilia aquellos detenidos que no tenían inmunidad, como es el caso de Dilma y Lula. Solo quedó en el Supremo Tribunal Federal la senadora Gleisi Hofmann, actual titular del PT.
Valliseny Oliveira consideró que la denuncia de Janot es “idónea y formalmente apta” y determinó que en los próximos 15 días los reos debe presentar su defensa por escrito.
Lula da Silva, que gobernó el país durante dos períodos, cumple una condena de 12 años de prisión, ordenada por la justicia por corrupción pasiva en torno al escándalo del Lava Jato. Es una investigación sobre una alianza de las empresas privadas de la construcción para repartirse las obras públicas y a cambio pagar coimas a la estructura política.
Dilma Rousseff, quien fue la última presidente del ciclo del PT, fue apartada de su cargo en un proceso realizado por el Congreso que no pudo, sin embargo, hallarla responsable de un cargo definido de corrupción. Sin embargo fue durante ese go- bierno que se produjo este escándalo de corrupción que es considerado el más grande de la historia de Brasil.
Este es, por lo tanto, el primer procesamiento de Rousseff, que aparece como responsable de esta asociación ilícita ya que el ex fiscal general Janot, considera que el gobierno fue utilizado para delinquir en empresas estatales.
La acusación indica que hubo ventajas millonarias con delitos relaciones al ministerio de Minas y Energía, Petrobras y contratos con constructoras como Odebrecht, Andrade Gutiérrez, OAS y UTC además de sospechas en un préstamo del banco de desarrollo BNDES al frigorífico JBS. El juez pidió a los procesados una respuesta por escrito en 15 días para rebatir las acusaciones. ■