Clarín

Gibraltar, el conflicto que ahora amenaza con hacer caer el acuerdo por el Brexit

España exige garantías sobre el Peñón y amenaza con vetar el pacto. Theresa May se niega a hacer cambios.

- LONDRES. CORRESPONS­AL María Laura Avignolo mavignolo@clarin.com

Gibraltar puede arruinarle el Brexit a la primera ministra británica Theresa May, que está cuestionad­a por los propios conservado­res. Algunos consideran que “es mejor quedarse en la Unión Europea que irse con este proyecto”. Si bien la resolución de la cumbre europea de mañana va a tomar una decisión por mayoría calificada y consenso, la última conversaci­ón entre la premier británica y el presidente español Pedro Sánchez “no dio los resultados esperados”.

“Tras mi conversaci­ón con Theresa May, nuestras posiciones permanecen lejanas. Mi gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit”, tuiteó el presidente español desde La Habana, en su primera visita oficial a Cuba (ver pág. 40).

Cuando Gran Bretaña creía que había calmado a España este jueves sobre Gibraltar, la crisis renació a la medianoche, cuando Sánchez dijo que estaba “en completo desacuerdo con Theresa May”. El presidente español considera que aún siguen sin darse las garantías suficiente­s en relación con la situación de Gibraltar.

Ayer a la tarde, el jefe de gobierno español fue aún más lejos: advirtió que si su país no llega a un acuerdo sobre Gibraltar, la esperada cumbre de la Unión Europea prevista para el domingo “muy probableme­nte” no se celebre. “Las garantías aún no son suficiente­s y por tanto España mantiene el veto al Brexit”, dijo Sánchez en rueda de prensa y subrayó que si “no hay acuerdo, lo que va a ocurrir muy probableme­nte es que el Consejo Europeo no se reúna”.

En realidad España no puede vetar porque el acuerdo se debe aprobar por consenso o mayoría. Pero, la convicción de los españoles es que debe salir con el consenso de los 27 miembros de la UE. “Si no hay declaració­n unánime, no sale”, aseguran las fuentes españolas en Londres.

Pero la advertenci­a se produce cuando frenéticam­ente May está tratando de cerrar los temas para llegar hoy al atardecer a Bruselas con un plan listo. Los líderes europeos van a buscar un consenso que no va a existir si no se resuelve Gibraltar.

España quiere una declaració­n que deje establecid­o que “cualquier decisión sobre Gibraltar, territorio en disputa, solo será adoptada en directas conversaci­ones con Madrid”.

Esa cláusula estaba en el borrador original del acuerdo de divorcio. Pero desapareci­ó del texto de 26 páginas, que establece las relaciones futu- ras entre Gran Bretaña y la UE pos Brexit, escrito durante la madrugada del miércoles al jueves y en plena crisis tras la entrevista del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker y Theresa May en Bruselas.

Gran Bretaña está desesperad­a y buscan en estas horas una negociació­n, que encabeza May. Los europeos prefieren que Gran Bretaña y España resuelvan su problema de soberanía en forma bilateral. Esta posición enfureció al representa­nte español en Bruselas, el embajador García Berdoy cuando su colega alemán Michael Clauss llamó a España “a no hacer descarrila­r el Brexit por la cuestión de Gibraltar”.

Los diplomátic­os acusan a España de querer hacer de Gibraltar el mismo nudo gordiano que la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte para frenar el Brexit. España acusa a Gran Bretaña de haber introducid­o una cláusula en el pacto de divorcio que señala que Gibraltar está cubierto por un acuerdo sin el guiño de Madrid. El canciller español Luis Marco Aguiriano acusó a Londres de traición.

Theresa May reivindicó en la Cámara de los Comunes: “Yo fui absolutame­nte clara que la soberanía británica de Gibraltar va a ser protegida”.

El jefe de gobierno de Gibraltar, Fabian Picardo, dijo al programa británico Today que “el hecho de que España no está contento con los aspectos del acuerdo muestra que Gran Bretaña no ha fallado en las negociacio­nes en relación a Gibraltar”.

Pero “nosotros debemos mantenerno­s en la Unión Europea y si bien es un buen compromiso, nada va a ser tan bueno en términos de comercio como estar dentro de la UE”.

Gibraltar, controlada por los británicos desde 1713, votó en el referéndum en el 2002 en un 98% rechazando ser gobernados por los españoles. Pero votó No al Brexit masiva- mente en el último referéndum.

España quiere que su última palabra sobre Gibraltar figure por escrito. Para May, Gibraltar es un serio problema, que se extiende a las Malvinas, que votaron para quedarse en la UE porque no quieren perder sus tarifas privilegia­das, sus fondos de subsidios protección y preservaci­ón de su fauna, que ayuda a su industria turística, y su acceso a la UE. Los territorio­s en disputa británicos van a sufrir con el divorcio europeo.

Gibraltar puede frenar el Brexit. Por las implicanci­as que va a tener en los posteriore­s acuerdos de libre comercio que Gran Bretaña pretende hacer pos-Brexit y que deben ser aprobados por cada Estado miembro.

Pero no es el único drama que tiene Theresa May. Dominic Raab, el último secretario del Brexit en renunciar, dijo que el acuerdo de la primera ministra es “peor que continuar en la Unión Europea”. ■

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AP Disputa. El Peñón de Gibraltar, un enclave británico en la Península Ibérica, un dolor de cabeza para May.

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