Postulan joyas porteñas y de La Plata para que las declaren Patrimonio de la Humanidad
Presentan más de 100 ante la Unesco. La idea es que, juntas, muestren la variedad que dejó la modernización de ambas ciudades. Prevén que se decida en 2019.
Existen en nuestro país once sitios excepcionales, únicos; que encantan a los argentinos, maravillan al mundo y que se han transformado en íconos universales. Como el Parque Nacional Los Glaciares, las estancias jesuíticas cordobesas, la Península Valdés, Ischigualasto y Talampaya, la Quebrada de Humahuaca, entre otros. Incluso el tango. La Unesco (por sus siglas en inglés, United Na- tions Educations, Scientific and Cultural Organization) los ha destacado como Patrimonio de la Humanidad; al tango, Patrimonio Cultural Inmaterial (ver Tres distinguidos...). Y la lista podría extenderse porque Buenos Aires y La Plata presentarán sus joyas arquitectónicas para que también sean tenidas en cuenta por este organismo internacional.
Bajo el título “Buenos Aires-La Plata: dos capitales de la cultura, de la modernidad, del eclecticismo y de la inmigración (1888-1920)” se postu- lan una serie de edificios y enclaves urbanos distintivos de ambas ciudades. Serán más de 100 bienes con diferentes valores históricos, arquitectónicos y culturales. Y estarán divididos en ejes: en Buenos Aires habrá 18, por ejemplo, Diagonal Norte, Recoleta, Retiro-Plaza San Martín, La Boca, Área Bancaria, etc. Y en La Plata, Diagonales, Área Fundacional y Área de los Bosques, entre otros.
Sólo por dar algunos ejemplos, La Plata postula a su Catedral -una de las más grandes del mundo y un ex- ponente del neogótico-, el Museo de Ciencias Naturales, el Obervatorio Astronómico, el Palacio Municipal - un edificio descomunal, lleno de detalles constructivos únicos, como el recinto semicircular ubicado en la parte posterior-, el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha -otro sitio increíble, que fue originalmente estación de trenes, de ahí el tremendo salón de exhibiciones de 85 metros de longitud- y la sede del Colegio Nacional Rafael Hérnandez.
Buenos Aires, por su parte, postula a sus íconos indiscutidos: palacios como el del Congreso, el Barolo y el de Aguas. También la Casa Rosada. Como un conjunto de valor urbano, al ex Zoológico (que posee 21 edificios que son Monumento Histórico Nacional), al Jardín Botánico y al Parque 3 de Febrero. Además, la Usina del Arte, el Puente Transbordador de La Boca -uno de los ocho que quedan en pie en el mundo-, el Colegio Nacional Buenos Aires y las estaciones de Retiro y Constitución, ambas construcciones monumentales, recientemente restauradas. Y por supuesto, el Teatro Colón, considerada la mas bella de todas las salas de opera.
En el Salón Dorado del Centro Naval se presentó esta postulación, que se viene trabajando desde hace años, exactamente tres. Primero fue monitoreada por la Conaplu (Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco, área que depende del Ministerio de Educación), quienes realizaron observaciones y fueron guiando la postulación. Hasta que en febrero llegó a la Unesco, que finalmente la aceptó y la colocó en una lista tentativa para que el año que viene, ambas ciudades, se transformen en Patrimonio de la Humanidad.
¿Cuál fue el criterio para elegir estas edificios? Lo explica a Clarín Teresa de Anchorena, presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. “No es la primera vez que se realizan presentaciones como esta. La dife-
rencia es que se habían presentado como un todo, una franja de patrimonio demasiado grande y abarcativo. Y todo no puede ser patrimonio. Lo que hicimos ahora fue elegir lugares puntuales, marcarlos en una suerte de mapa patrimonial y vincularlos entre sí. Mostrar la integración feno
menal que existe en ambas ciudades, en esa época de gran inmigración y de enorme diversidad que se vio plasmado en la construcción, el diseño, la planificación y el crecimiento de ambas ciudades”.
Anchorena describe esta situación de lugares puntales, que exhiben un conjunto de edificios o sitios patrimoniales, como “archipiélagos”. Apelando a este cambio estratégico, además de la importancia real del listado, esperan poder obtener la distinción de la Unesco. Además de la Comisión que preside, participaron los gobiernos de la Municipalidad de La Plata, el de la Ciudad de Buenos Aires y Presidencia de la Nación.
Por un lado, estas distinciones difunden globalmente; lo que genera mucho interés en el turismo. Pero tienen una contrapartida: los gobiernos y las instituciones están obligadas a generar un mantenimiento sostenido, programas de difusión y de pre
servación de la historia vinculada al bien patrimonial, entre otras cosas. Si bien mucho de los edificios que integran este listado se encuentran en excelente estado, puede ser una oportunidad para recuperar otros.