Atlético Tucumán tiene orden, gol, ideas y al infaltable Pulga Rodríguez
El equipo de Zielinski se acostumbró a ganar de visitante y por momentos brilló con lujos y clase.
El sorprendente Atlético Tucuman quedó a un punto de Racing, el líder de la Superliga. El Decano construyó una costumbre: no sólo festeja de local sino que ahora se acostumbró a ganar de vistiante. Anoche, la víctima fue Belgrano por 3-1. Y eso que Ricardo Zielinski se guardó algunos titulares para el clásico del próximo sábado ante San Martín de Tucuman.
Atlético empezó perdiendo y terminó con un triunfo cómodo y luciéndose ante un Belgrano que perdió su segundo partido consecutivo (el anterior había sido con Independiente por 2-1) y cada vez está más comprometido con el promedio. Es que si el Pirata no tiene futbol y no patea al arco es muy difícil que salga de la zona del descenso.
¿Cuál es el secreto de este Atlético Tucuman? Hay que rescatar varios aspectos. En primer lugar, el orden y la disciplina táctica; segundo, aunque cambien sus intérpretes (los delanteros fueron Leandro Díaz y Javier Toledo, habituales suplentes), la idea no se negocia; y en tercer lugar, tiene un atacante que brilla por su astucia, como Luis Miguel Rodríguez, que definió el partido con un verdadero golazo y gritó por 129° vez en su carrera. Además, brinda seguridad desde en el arco con Cristian Lucchetti y en la defensa con Bruno Bianchi, la figura del partido.
¿Cómo explicar este presente de Belgrano? Son muchas islas dispersas en un oceáno. Al no contar con delanteros de peso y alguien que genere volumen de juego, se torna dificultoso. Matías Suárez, emblema y referente, resulta sobrecargado de responsabilidades. Hay que rescatar a Lértora y a Lugo, pero sus aportes son insuficientes. Además, su defensa se exhibe frágil, tal como se vio en el gol del empate: centro de Barbona, la bajó Toledo en el segundo palo y Bianchi entró con una soledad sorprendente para definir.
El primer tiempo fue bastante trabado y luchado. Se desperezaron cuando Bianchi lo tomó a Suárez dentro del área y derivó en penal. Sequeira lo pateó, Lucchetti apenas pudo arañarlo y se abrió el marcador . Todo siguió igual con acciones sin de- masiada relevancia hasta el mencionado empate. Un error de Rigamonti en un envío aéreo derivó en un tiro de Díaz que rozó un palo. Ese indicador sirvió para notar que no sería difícil para el Decano dañar a su rival.
El segundo gol de la visita fue todo un lujo: 17 toques para que Díaz, con el arco vacío, pusiera el 2-1. El equipo de Osella seguía sin respuestas, casi ni atacaba. Hasta que el golazo del Pulga terminó con las ilusiones del Pirata. Se advierte lo duro que es este Atlético Tucuman, que afrontará con ánimos el clásico. ■
Estamos pasando por un gran momento desde lo colectivo. A veces nos encontramos con un resultado adverso, pero salimos adelante porque somos un equipo trabajador”.
Luis Miguel Rodríguez