Roma y el desafío de acabar con “la mafia de los turnos”
Ricardo Merlo. Vicecanciller italiano para la diáspora
La ansiedad dentro de la enorme comunidad de descendiente de italianos para obtener la ciudadanía se ha convertido en una mina de oro para unas organizaciones en Argentina, Brasil y hasta en Gran Bretaña que se aprovechan de las complicaciones crecientes de esos trámites y de la enorme demora para realizarlos. Estas mafias capturan con equipos de computación los turnos disponibles para iniciar el expediente, bloquean la posibilidad de obtenerlos gratuitamente y luego los venden en dólares. Meses de espera se reducen a días. Como la línea de ilegalidad de esta operatoria es muy borrosa, se produce de manera abierta. El precio por la obtención de un turno para hijo directo en la ciudad de Buenos Aires llega a 150 dólares que se pueden pagar en pesos por Mercado Pago con cualquiera de los medios usuales, incluso con tarjetas. Si no se es hijo directo de italianos, la tarifa sube a 250 dólares.
“Que una persona tenga que pagar para hacer una ciudadanía que es gratis, es una total locura inaceptable que vamos a terminar, necesitamos tiempo y poder comenzar a implementar otros sistemas que bloqueen a los aprovechados”, comenta a Clarín desde Roma el vicecanciller italiano para la diáspora, el argentino Ricardo Merlo. El funcionario reconoce que este problema ha crecido no solo en Argentina sino en el resto del mundo por la creciente demanda de nacionalidad y renovación de pasaportes que se estimula de la mano de las crisis económica. La crisis se alimenta además de la falta de personal y de recursos económicos en los consulados.
- No pasa solo en buenos Aires, está sucediendo sobre todo en las ciudades más criticas donde la demanda es tan grande que es imposible abastecerla, afirma.
-¿Dónde han comprobado que sucede esto con mayor frecuencia? -Donde más ocurre es en Brasil, en casi todas las circunscripciones. En Argentina el problema está en dos o tres circunscripciones críticas, la mayor Buenos Aires. Pero no sucede en Mendoza y no sucede en Bahía Blanca. De lado de Brasil los problemas se concentran en San Pablo, Curitiba, Porto Alegre… Ese país es el más complicado porque hay millones de descendientes que quieren ser ciudadanos italianos y es imposible abastecer una demanda tan grande.
-¿Es solo en Sudamérica?
-No, no, en Londres por ejemplo también tenemos problemas similares.
-¿Cómo funcionan estas mafias? –Arman redes con computadores en línea y mucho personal para entrar las 24 horas al sistema Online que es donde hay que inscribirse para obtener el turno. Esta gente tiene hackers y trabaja con muchas computadoras, entran y saturan el sistema y venden no el trámite sino el horario de atención que por vías normales puede demorar meses. Como la demanda es tan grande se complica evitar este tipo de operatorios, pero estamos buscando la manera y lo vamos a terminar. Es importante señalar que ni el cónsul ni el personal tienen relación cone stas maniobras.
-¿Cuál es la alternativa?
-Vamos a implementar un sistema de videollamadas. De modo que quien hace la gestión Online para obtener el turno lo deberá hacer con su imagen y no como ahora que solo aparece su nombre. El nuevo sistema impediría esta invasión. Lo vamos a experimentar en San Pablo y si funciona lo extenderemos a las otras circunscripciones, no a todas, sino a las más críticas . -Pero, ¿por qué sucede esto, qué es lo que no funciona?
- La demanda de ciudadanía y de renovación de pasaportes es muy grande y casi infinita. En Buenos Aires la renovación anda mucho mejor pero el tema de la ciudadanía es realmente muy difícil. No solo ahí también en otras ciudades y complica dar respuestas rápidas y continuas. Se necesitaría un municipio, la cantidad de empleados de un municipio, para administrar estas cosas. Esta demanda crece a medida que hay problemas económicos. Sucede ahora justamente con Argentina.
- ¿Por qué no se puede modernizar el sistemas y aumentar la planta de empleados?
- Este año aumentamos la cantidad de contratistas en los consulados. El año que viene habrá más empleados fijos y contratistas. Es una situación muy compleja. Nosotros hace cuatro o cinco meses que comenzamos a trabajar con esto. Hubo diez años de los dos o tres gobiernos anteriores con una enorme desinversión en este tema. En los últimos diez años bajó la cantidad de empleados de consulados en todo el mundo pero al mismo tiempo aumentaron casi en dos millones los ciudadanos italianos en el exterior. -Esto va a producir cambios, ¿cuál será su alcance?
-Hay que aggiornar la ley de Ciudadanía que es una norma que no tiene prácticamente restricciones. No hay una restricción generacional y y además están las ciudadanías por matrimonio. Hay que aggionar la ley para terminar por ejemplo con la discriminación a la mujer, y especialmente el tema de las mujeres que nacieron antes de 1948 y a su vez tratar de regular esta demanda de ciudadana que es muy difícil de abastecer como estamos viendo. ■
Usan hackers, venden el horario para el trámite, que es gratis. Vamos a usar ahora sistema de video para anular a estos tipos”