Flores ya tiene su propio museo con una sala dedicada al papa Francisco
Cuenta con unas 4.000 piezas del coleccionista Roberto D’Anna. El Pontífice fue vecino del barrio.
Al subir al último piso se escucha la voz de la periodista Canela. Llega desde un video que se proyecta en una gran pantalla. Habla de poetas y de tangueros. De acuerdos históricos. De nombres que hicieron historia. Habla de un barrio y es Flores. Allí vivió ella. Y allí también se crió Jorge Bergoglio, cuando no era el Papa Francisco.
Flores también es el barrio de Roberto D’Anna, coleccionista, periodista e investigador que acaba de convertirlo en el primer barrio con museo propio. Es en ese lugar, sobre la calle Ramón Falcón, casi esquina Carabobo, donde se ve el documental al que Canela le prestó su voz. Hay vecinos ilustres, escritores y artistas. Y está a punto de quedar inaugurado.
“Esto surgió hace tres años. Creemos que por sus 212 años Flores podía tener un museo. Y la idea es que cuente con una proyección hacia el futuro”, dice D’Anna.
Autor de tres libros relacionados con el barrio y director desde hace 19 años de Flores de Papel, el periódico gratuito que también fundó, se convirtió en coleccionista de objetos sobre el barrio cuando comenzó a buscar información para sus publicaciones.
Así reunió bibliografía y diarios de época. Pero también medallas, postales, fotos y todo tipo de objetos esenciales para reconstruir la historia. “Siento que nada de esto es mío. Desde el momento en el que está en el museo, es de todos -dice D’Anna-. Soy un coleccionista raro. Me gusta divulgar de forma masiva, no guardar ‘tesoros’ bajo cinco llaves”.
El museo, que exhibe 4.000 objetos, funciona en una gran casa de Ramón Falcón 1893. Abre de martes a sábado de 10 a 20. En los distintos niveles del edificio, que perteneció al Jefe de la Policía de Bomberos durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen, hay seis salas temáticas, entre las que se destaca la dedicada al Papa. Jorge Bergoglio, quien nació y fue vecino de Flores durante su infancia, envió su bendición con una carta desde El Vaticano que D’Anna leyó durante la inauguración. En el espacio hay imágenes que lo recuerdan y hasta la reproducción de uno de sus primeros retratos, pintado por una artista también de Flores.
Otro de los rincones está dedicado al escritor César Aira, autor de unos cien libros y de quien D’Anna es un coleccionista consecuente. El escritor, que vive en Flores desde los ‘60, también visitó el museo, en el que incluso hay ejemplares de textos que casi no se consiguen.
Además, se exponen medallas, documentos, fotos y objetos. También se destaca un espacio dedicado a homenajear a Fabián Volonté, héroe de Malvinas, que es vecino de Flores.
La idea de D’Anna toma impulso junto a colaboradores. Él nombra a Juan Braña y a Mariana D’Anna. Junto a ellos trabaja el equipo que hizo posible reacondicionar el lugar para que el museo funcione. Y un grupo de vecinos que puede brindar colaboración económica para contribuir al desarrollo de este espacio. Otra de las formas de generar recursos son los cursos y talleres. Los interesados pueden consultar www.museobarrioflores.com.ar.
La casona participó en la última edición de La Noche de los Museos, que se realizó el sábado 10, justo el día en el que abrió por primera vez. La idea de su fundador es hacerlo crecer para, como afirma, “cuidar la historia y construir en el presente el futuro de Flores”. ■