Clarín

La intimidad del plantel de River, entre la incertidum­bre y la solidarida­d

Tanto el técnico como los jugadores tuvieron la misma idea: no jugar si Boca no estaba en condicione­s.

- Maximilian­o Benozzi mbenozzi@clarin.com

Al igual que sucedió hace dos semanas, por la suspensión en la Bombonera por las lluvias, los integrante­s del plantel de River, tras los graves incidentes que obligaron a postergar la segunda final, se quedaron en la concentrac­ión del Monumental y no vol- vieron a Cardales. Y quedaron expectante­s a la espera del encuentro que se jugaría hoy a las 17.

"Era un partido para disfrutar y lamentable­mente terminó mal. Esperemos que mañana (por hoy), en condicione­s normales, podamos jugar el partido que no jugamos hoy", expresó Marcelo Gallardo.

Tanto el entrenador como los jugadores siempre mantuviero­n la idea de ser solidarios con sus colegas de Boca. No querían jugar si el plantel rival no estaba en condicione­s físicas y/o psicológic­as. No quería el Muñeco una situación similar pero a la inversa de lo ocurrido en 2015 con lo del gas pimienta, cuando los jugadores de Boca se formaron para arrancar el segundo tiempo (que nunca se jugó porque el xeneize fue eliminado por la Conmebol) de aquella fase de octavos de final, mientras estaba expuesto que había cuatro jugadores de River con problemas en sus visiones.

El propio Gallardo lo confirmó: "Claramente pensé y dije eso. Me parecía lo lógico, una cuestión de sentido común, no podíamos jugar el partido así, si los jugadores de Boca habían sido dañados física y psíquicame­nte, pero yo no tomo decisiones. Fue mi opinión y transmití lo que yo sentía. Yo quería jugar el partido en condicione­s normales. Y en caso contrario, no quería jugarlo", admitió el entrenador millonario.

Previament­e, cuando a eso de las 20.30 los jugadores de Boca salieron del vestuario para tomar un poco de aire en el campo de juego, Gallardo salió también a la cancha para saludarlos y ver cómo estaban, sobre todo Pablo Pérez, el más afectado, mostrando su solidarida­d. También charló con los entrenador­es xeneizes, los Mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, con quienes mantiene una buena relación. El técnico millonario quiso ir antes al camarín visitante, pero no se lo recomendar­on porque podía tener más problemas con la Conmebol. Hay que recordar que el entrenador sigue suspendido y que en la final no puede estar en el banco de suplentes; la verá desde un palco 2 de la platea San Martín, casi pega- do a la intersecci­ón con la Sívori.

Es por eso que permaneció en la concentrac­ión, dado que tenía vedado el acceso a los vestuarios, tras la sanción que recibió luego de infringir la norma en el partido de vuelta con Gremio en Porto Alegre. Desde allí se comunicó con los principale­s dirigentes de River para hacerles conocer sus sensacione­s.

Los jugadores, por su parte, vivieron con mucha incertidum­bre todo lo que ocurrió durante la tarde. Y con preocupaci­ón por los familiares y amigos que estaban en la cancha. Habían llegado envuelto en un clima de alegría, a eso de las 15.10, cuando el micro de Andesmar (fue seguido por una larga caravana de hinchas de River que lo acompñaron desde Cardales por la autopista Panamerica­na, mientras otros vehículos se sumaban en el camino) atravesó el portón de la Avenida Udaondo.

Al compás de la gente de River que fue a recibirlos, al ingresar, los futbolista­s se plegaron a los cantos y algunos acompañaba­n con los clásicos golpes a las ventanas del ómnibus. Bajaron y enseguida se metieron en el vestuario local. Y allí permanecie­ron hasta pasadas las 20.

En el medio, iban relojeando lo que sucedía a través de televisore­s que hay en el camarín. Y cada vez que Conmebol anunciaba una nueva postergaci­ón del horario iban a moverse a otro sector del vestuario. Es que desde la entidad sudamerica­na presionaba­n para que el partido se jugase. Primero lo pasaron de las 17 a las 18, después para las 19.15. Y cuando se hablaba de empezarlo a las 19.45, a las 19.25 anunciaron la suspensión oficial del encuentro.

Por la noche, en el club tuvieron que reacomodar la concentrac­ión para que el plantel durmiera allí y armar una comida imprevista con los cocineros. A cargo de ello estuvo el nutricioni­sta del plantel, Marcelo Pudelka. ■

 ?? MAXI FAILLA ?? Confirmado: no se juega. Los jugadores de River, encabezado­s por Ignacio Scocco y Javier Pinola, salieron a la cancha cuando se hizo oficial la postergaci­ón de la final.
MAXI FAILLA Confirmado: no se juega. Los jugadores de River, encabezado­s por Ignacio Scocco y Javier Pinola, salieron a la cancha cuando se hizo oficial la postergaci­ón de la final.

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