Ahora disputarán una batalla táctica con las cartas sobre la mesa
Gallardo se inclinó por Nacho Fernández y Barros Schelotto por el pibe Almendra. ¿Cambiarán algo?
¿Qué pasará por la cabeza de todos: jugadores y técnicos? ¿En qué condiciones saldrán a disputar la Superfinal después de todo lo escandaloso que ocurrió ayer en el Monumental? ¿Habrá violencia adentro de la cancha, esta vez, recriminándose unos a otros “solidaridades” que nunca ejercieron? Son todas incógnitas que se verán este domingo, a las 17, cuando se ponga en juego esta vergonzosa final de la edición 2018 de la Copa Li- bertadores. El plantel de River se quedó en la concentración del estadio y el de Boca volvió al hotel Madero. La noche seguramente será larga en ambos campamentos...
¿ Cambiarán Gallardo y Barros Schelotto lo que habían planificado para la final truncada? El Muñeco tenía armado un 4-3-2-1 con el que pensaba sorprender al Mellizo. Iban Enzo Pérez-Ponzio y Ezequiel Palacios en el mediocampo, con dos enganches por delante: Nacho Fernández y Pity Martínez para abastecer a Lucas Pratto jugando a los costados de Wilmar Barrios tratando de subir por las bandas.
Guillermo, por su parte, había pensado en un 4-5-1 poblando el medio de volantes, arrancando con Nandez y Villa bien abiertos por derecha e izquierda. Entre ellos iban Barrios de tapón, con Pablo Pérez y Agustín Almendra (¿la sorpresa?) a cada uno de sus lados. Wanchope Ábila iba de “llanero” solitario.
La estrategia era clara. River, con jugadores de buen pie, trataría de imponer juego y llegar a posición de gol. Boca, en cambio, contrarrestaba esa jugada con repliegue y salida rápida para sorprender y acompañar a su punta. Con las cartas al descubierto, ¿harán lo mismo ahora o cambiarán algo? El juego está abierto. Ganará el que tenga menos miedo a perder. Y los imponderables seguirán jugando este partido súper largo. ■