Una aparición de Messi evitó la caída de Barcelona ante el Atlético de Simeone
El crack argentino estuvo poco participativo, pero le dio un gran pase a Dembelé para igualar sobre la hora. Diego Costa había marcado para el equipo madrileño.
El Wanda Metropolitano no lo puede creer. La fiesta se deshace en un suspiro. El partido frente al Barcelona que se parecía a una final en plena Liga termina en un empate con curiosa sensación de derrota. El Atlético de Madrid -territorio del caudillo Cholo Simeone- ganaba 1-0 hasta que al encuentro le quedaban segundos. Entonces, sobre la derecha del ataque del equipo catalán aparece el frecuentemente cuestionado Ousmane Dembele. Y definió sin dudas. La pelota pasó entre las piernas del arquero Jan Oblak.
El uno a uno le impidió al Aleti acceder a la punta. Tampoco le permitió al Barcelona garantizar su condición de líder al final de esta fecha 13. Si este domingo el Sevilla se impone como local en el Sánchez Pizjuán ante Valladolid será el único dueño de la cima. Real Madrid, en días de nueva crisis, tras la derrota 3-0 frente a Eibar, quedó lejos, a cinco puntos.
Fue un partido arduo, intenso, de esos que suele plantear el Atlético. No se sintió cómodo el Barcelona. Nunca. Pero corresponde decirlo: jamás resignó su deseo de ganar de visitante. Incluso a pesar de un detalle de lo más relevante: no contó con el mejor Messi. Que apareció en pocas jugadas importantes pero le dio un muy buen pase a Dembelé para el 1 a 1. “La idea del Atlético no fue divertida, pero la respeto. Era injusto que nos ganaran. Pero juegan a eso”, explicó Sergio Busquets, uno de los ca- pitanes del Barcelona. Realidad en estado puro. O algo así.
Diego Simeone le respondió en la conferencia de prensa: “Es una opinión de un extraordinario futbolista. Nosotros competimos desde hace siete años de la misma manera y es difícil que nos cambien. Me gustaría aprovechar mejor los contragolpes y trabajaremos en eso pero nuestra fortaleza es lo que nos identifica en cada partido que jugamos”.
En ese partido que lucía neutro encontró un final cambiante, intenso, de esos que algunos escritores afines a esos desenlaces de suspensos y de misterios -quizá como Juan Villorogustan contar.
De repente, se animó el Atlético en los últimos 20. Fue. Quiso. Buscó. No le cobraron un penal a favor. Se queja- ron. Siguieron yendo Y cuando al partido le quedaban 13 minutos, tras un corner de la derecha apareció Diego Costa en el segundo palo. Cabezazo. Gol. Explosión. El Lagarto de la ciudad de Lagarto marcaba su primer tanto luego de 18 fechas. Hay que agregarlo: la confianza del Cholo fue clave para ese festejo del brasileño.
Esta vez, el bravo equipo del Aleti no pudo sostener al Barcelona. Falló en una marca sobre un costado, el azar no quiso abrazarlo y entonces el empate aconteció. Barcelona gritó ese gol con sensación de victoria.
Y Dembelé, outsider en las portadas de los grandes medios, terminó siendo el gran protagonista. “Tiene una gran personalidad y una sangre fría que le permite resolver este tipo de situaciones”, dijo Ernesto Valverde -entrenador del gigante culé- sobre este francés de sangre africana, hijo de un maliense y una mauritana, gente del Africa profunda. Su grito tardío fue un homenaje a ellos y a esas raíces.
El Cholo Simeone, del otro lado, no lo podía creer. “Sigue. Esto sigue”, dijo después. Su Atlético va por más... Un gol, señala, no cambiará el rumbo.
Continuó: “El torneo muestra que cualquier rival y cualquier campo te genera problemas. No hay diferencia como en otros torneos en que Barcelona y Madrid sacaban 20 puntos. Es más entretenido para los hinchas”.
Cuanto menos en esta cita hay que reconocerle una victor a los ex vecninos del Manzanares: Messi ya no es un fantasma imposible de capturar. No es poco. No es suficiente. La Liga está en su tramo inicial. La Champions también continúa. Se volverán a ver las caras. El crack rosarino y el Cholo lo saben. Claro. ■
Fue un partido muy cerrado, con pocas llegadas. Al final nos falto fortuna” Diego Simeone DT del Atlético de Madrid