El argentino que puso Angelici en el Tribunal de la Conmebol no podrá votar
Es uno de los cinco miembros y tendrá que abstenerse en la votación ante el reclamo de Boca.
El Tribunal de Disciplina de la Conmebol que analizará la presentación de Boca está compuesto por cinco integrantes. El presidente es el paraguayo Eduardo Gross Brown, como vicepresidenta está la venezolana Amarilis Belisario y sus otros miembros son el chileno Cristóbal Valdés, el argentino Diego Carlos Hernán Pirota y -el más nuevo- Antonio Carlos Meccia (ex integrante del Tribunal de Justicia Deportiva de Brasil). Para sacar el fallo sortearán a tres de ellos, evitando así que haya un empate.
Este Tribunal es el mismo que dispuso las sanciones a Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto, el que rechazó el reclamo de Racing por la inclusión del Bruno Zuculini por "improcedente y extemporáneo" (el volante de River estaba suspendido, pero la Conmebol no se lo comunicó al club), el que no le informó a Boca que Wanchope Ábila debía una fecha de suspensión, el que falló en favor de Independiente dándole el partido ganado por 3-0 ante Santos en el Caso Carlos Sánchez o de San Lorenzo ante Temuco, de Chile, o el que levantó la sanción impuesta a Dedé (defensor de Cruzeiro expulsado ante Boca), entre tantos casos escandalosos a lo largo de este año.
Pirota es el único que no podrá votar porque el artículo 30 del Reglamento Disciplinario dice que "cualquier miembro del órgano judicial se abstendrá si el mismo, una asociación, un club o persona física de su propia nacionalidad están directamente involucrados en el expediente en cuestión, o en casos en que se tenga interés personal en el asunto de que se trate o que ponga en duda su imparcialidad".
El representante argentino en el Tribunal de la Conmebol es abogado, tiene 45 años, está casado, con dos hijos y vive en San Fernando. Morocho, de ojos oscuros y 1,90m de altura, rústico zaguero y mejor tenista en los intercountry. En Comodoro Py lo apodaron "El Capitán Frío". Socio de Boca e hincha confeso "de Riquelme". Es el hombre del "riñón" de Daniel Angelici puesto por el presidente de Boca en el Tribunal de Disciplina de la Conmebol a principios de mayo, reemplazando al renunciante Ricardo Gil Lavedra.
"Yo mezclo la política con el derecho; no es mala palabra", es una de las frases de cabecera de Pirota, un hombre de leyes de origen humilde. Se crió en Villa Madero (Partido de La Matanza, en el conurbano bonaerense) y estudió en un colegio industrial. Luego, en la UBA, se especializó en derecho penal. Tuvo como profesor al ex camarista Andrés D'Alessio, quien lo contactó con su ahora socio Darío Richarte (ex SIDE y actual vicepresidente tercero de Boca). Defendió a varios funcionarios del gobierno K: el ex vicepresidente Amado Boudou, Juan Manuel Abal Medina y Claudio Uberti, entre ellos. Asesoró al grupo de medios Veintitrés (cuando lo manejaban Sergio Szpolski y Matías Garfunkel). Y también patrocina a la familia de la fallecida ex periodista y legisladora Débora Pérez Volpin.
El nombramiento de Pirota en la Conmebol se concretó tras una cena en el quincho de la quinta del presidente xeneize en Pilar, previo al Congreso de la Conmebol en Buenos Aires, este año, a la que asistieron Alejandro Domínguez y toda la cúpula del ente sudamericano. Fue el primer acercamiento entre las partes luego de tres años de distancia por la resolución del famoso Superclásico del gas pimienta suspendido en la Bombonera, donde Boca fue descalificado y River pasó a cuartos de final, en la Copa 2015, que terminó ganándole a Tigres, de México. ■