LEÓN FERRARI, “APTO PARA TODO PÚBLICO” P.52
Fue un crítico feroz de las religiones. Ahora, se podrá visitar su lugar de trabajo y ver, también, la obra de su padre.
El taller del genial y polémico artista podrá ser visitado, con cita previa, los viernes y sábados.
Una de las visitas más apasionantes que pueden hacerse en el mundo de las artes plásticas es al taller de un artista: porque es como meterse un poco dentro de su cabeza. Y si el artista es, además, especialmente imaginativo y prolífico, tanto mejor, porque -entonces- su taller será, probablemente, un espacio fantástico, quizás pleno de objetos, imágenes y materiales a descubrir. Este es el caso del taller que abre sus puertas al pú- blico por primera vez: el taller del artista León Ferrari (Buenos Aires, 19202013), uno de los creadores argentinos más importantes y destacados a nivel internacional.
Ganador de la beca Guggenheim (1995) y del León de Oro de la Bienal Internacional de Venecia (la más importante del mundo), entre otros importantísimos reconocimientos, Ferrari y su familia se fueron a Brasil en la dictadura y regresaron en 1986. Su hijo, Ariel, fue secuestrado, estuvo detenido de manera clandestina en la ESMA y sigue desaparecido.
Ferrari creó una obra fuertemente crítica, en especial, hacia las religiones, el poder y hacia algunas instituciones como la Iglesia Católica y su relación con las fuerzas militares vinculadas con la Dictadura. Es un artista reconocido a nivel mundial: el New York Times lo consideró uno de los cinco artistas más importantes y polémicos a nivel mundial.
En 2004, Ferrari montó una muestra en el Centro Cultural Recoleta en la que esas obras se exponían. Había muchas imágenes religiosas, santos de plástico en sartenes, láminas colocadas debajo de jaulas de gallinas, que se iban ensuciando según pasaban los días. Hubo activismo católico contra la muestra: una de sus espadas fue Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, hoy Papa Francisco. Tras la denuncia de un abogado, la jueza Elena Liberatori ordenó cerrar la muestra: una manifestación se convocó días después y hubo un acto en su defensa en el Centro Cultural. La muestra fue reabierta pero Ferrari quedó golpeado y decidió cerrarla poco después.
Este viernes, cuando su taller del barrio de San Cristóbal de Buenos Aires -una inmensa casona estilo italiana llena de los objetos, papeles, recortes con los que realizaba sus obras- se abre al público por primera vez, Clarín dialogó con Ana Ferrari, directora de la Fundación Augusto y León Ferrari. Ana es la nieta de León y la bisnieta de Augusto: el padre de León era pintor.
“El taller Ferrari fue el lugar de trabajo de los últimos años de vida de mi abuelo”, comenta Ana. “También, es donde se encuentra gran parte de su obra, especialmente, su producción de los últimos años, así como los trabajos de mi bisabuelo, el arquitecto y artista italiano Augusto Ferrari”.
Cuenta la nieta de León que la ca- sa tiene una narrativa creada a partir de las obras de los dos artistas, organizadas en diez salas y un jardín: en el pasillo de la entrada, se ubican las telas; en la cocina, los materiales que a León le sobraron al momento de crear sus trabajos. En una de las salas de la parte superior de la casa, las cajas-collage. Hay allí, también, una sala de “botellas”; una, con sus maniquíes; otra, dedicada a grandes esculturas y otra, de obra sobre papel. La biblioteca es una “sala de amigos”: allí, podrán encontrarse obras de amigos artistas de León y de su mujer.
Si bien hay muchísima obra producida entre los años 90 y los 2000, de entre todos los trabajos se destacan las importantes series del artista del Observatorio Romano, Nunca Más y las Lecturas de la Biblia. Pero, en el jardín, también hay obras: una importante escultura sonora de metal, proyectada en los años 80 y refaccionada en el 2006.
“Este es un proyecto que teníamos en mente hace tiempo y que, luego de la donación de obras que realizamos en 2014 al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, creamos con ellos una contrapartida: nosotros les donamos los trabajos y ellos, como colaboración, nos ayudaron a organizar el proyecto del taller abierto y a la realización de un catálogo razonado”.
La idea, comenta la directora de la fundación, es mostrar obra de todos los períodos de León. Por eso, también, decidieron agregar, al discurso de la muestra, algunas que no estaban originalmente en el taller.
Para poder visitar el espacio, hay que hacer una cita previa al mail tallerferrari.contacto@gmail.com. Hay tres visitas guiadas por día, solamente los viernes y sábados, a las 12 horas, a las 14 y a las 16. Y cada visita guiada comprende a diez personas.
“El arte no será ni la belleza ni la verdad, el arte será la eficacia y la perturbación” sostenía León Ferrari. ■