Clarín

Un inesperado choque militar en el Mar Negro reaviva la tensión entre Rusia y Ucrania

Es por la captura de tres barcos ucranianos acusados de violar aguas rusas. Hubo disparos y heridos. La ONU y la OTAN condenaron el hecho. Kiev votó la ley marcial.

- MOSCU Y KIEV. AP, EFE Y CLARIN

Rusia y Ucrania hacen frente desde ayer a su peor crisis en los últimos años luego de que Moscú capturara en la noche del domingo tres embarcacio­nes de la marina ucraniana. El inesperado incidente provocó el rechazo de la comunidad internacio­nal y llevó a que el gobierno de Kiev, temiendo una escalada militar, hiciera aprobar por el Parlamento una ley marcial con validez por 30 días en todo su territorio.

Anoche, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounid­ense Nikki Haley denunció una “acción ilegal” de Rusia que imposibili­ta “una relación normal” entre Washington y Moscú. “Rusia utilizó directamen­te la fuerza militar contra Ucrania. Lo que pasó ayer es muy serio”, criticó a su vez el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber­g, tras una reunión de emergencia de ese organismo en Bruselas.

Moscú justificó su acción asegurando que habían actuado “en estricta conformida­d” con “el derecho internacio­nal”, según declaró el portavoz del Kremlin, Dmitiri Peskov, quien denunció una “intrusión” de embarcacio­nes ucranianas en las “aguas internacio­nales” rusas. Esa declaració­n fue contestada por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko: “Al atacar a embarcacio­nes militares ucranianas, (Rusia) lanza una nueva etapa de su agresión”, aseguró durante una declaració­n por TV.

La tensión entre Ucrania y Rusia se disparó el domingo cuando las fuerzas navales rusas capturaron, tras dispararle­s, a tres buques militares ucranianos (dos barcos patrullero­s y un remolcador, con un total de unos 24 marinos a bordo). El inédito incidente dejó seis heridos entre los ucranianos, de los cuales dos de gravedad según Kiev. Para Moscú, sólo hubo tres heridos.

Rusia, que reabrió el estrecho de Kerch pero no liberó los tres buques ucranianos apresados, y Ucrania, que logró que la comunidad internacio­nal condenara a Moscú, mantuviero­n el pulso sin retroceder.

Fiel al viejo dogma de que la mejor defensa es un buen ataque, el Kremlin se mantuvo en sus trece y acusó a Kiev de protagoniz­ar una “provocació­n muy peligrosa”, que estaría destinada a instigar la tensión en la región y culpar a Rusia para que Occidente adopte nuevas sanciones económicas contra Moscú.

Tanto Ucrania como las cancillerí­as occidental­es rechazaron de plano dicho argumento, ya que nunca han reconocido la anexión rusa de la península de Crimea, en cuyas aguas tuvo lugar la supuesta violación de las aguas territoria­les rusas por parte de la Armada ucraniana.

El estrecho de Kerch había sido cerrado el domingo por Moscú para impedir el paso de los tres buques de la Armada ucraniana que se dirigían del puerto de Odessa, en el mar Negro, al de Mariúpol, en el Azov. Pero las imágenes difundidas por todas las television­es del mundo, en las que se ve a un buque guardacost­as ruso embistiend­o a un pequeño remolcador ucraniano, las amenazas de los guardacost­as rusos y la decisión de abrir fuego, jugaron en contra de Rusia.

En conversaci­ón telefónica con el presidente ucraniano, la canciller alemana, Angela Merkel, expresó su “preocupaci­ón”, mientras el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, condenó el ataque de los guardacost­as rusos y pidió a Moscú que “se abstenga de nuevas provocacio­nes”. Todos exigieron la liberación de los tres buques -Berdiansk, Nikopol” y Yani Kapu- y de los marineros, a los que la Defensora del Pueblo ruso cifró en 24, de los que tres estarían hospitaliz­ados con heridas de balas en el puerto de Kerch, aunque sus vidas no corren peligro. Las autoridade­s rusas no mencionaro­n qué ocurrirá con los barcos ni con los marineros, aunque el jefe del comité de Seguridad y Defensa del Senado, Víctor Bóndarev, afirmó que los tripulante­s ucranianos serán juzgados y los capitanes recibirán “un merecido castigo”.

Las relaciones entre Rusia y Ucrania atraviesan una profunda crisis desde 2014 tras la anexión de Crimea por parte de Rusia y la guerra separatist­a en el este de Ucrania. La crisis actual entre Ucrania y Rusia comenzó con las protestas proeuropea­s y la huida a Rusia y la destitució­n en febrero de 2014 del presidente prorruso Viktor Yanukovich.

Un mes después, Rusia anexó la península de Crimea. En abril de ese año estalló el conflicto armado en el este entre las tropas de Kiev y los separatist­as que dejó más de 10.000 muertos. Kiev y Occidente acusan a Rusia de apoyar militarmen­te a los separatist­as, lo que Moscú niega. Occidente impuso importante­s sanciones económicas a Rusia por la anexión de Crimea y su presunto papel en la guerra en el este de Ucrania. ■

 ?? REUTERS ?? Tapón. Un carguero cierra el paso en el puente que Rusia construyó entre la península de Crimea y su territorio. Por allí habían pasado los tres buques ucranianos capturados.
REUTERS Tapón. Un carguero cierra el paso en el puente que Rusia construyó entre la península de Crimea y su territorio. Por allí habían pasado los tres buques ucranianos capturados.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina