México deportó a unos 100 migrantes que intentaron cruzar de Tijuana a EE.UU.
Habían llegado en la caravana de “sin papeles” que buscan asilo y trabajo en suelo estadounidense.
El gobierno de México deportó ayer a 98 inmigrantes centroamericanos que fueron detenidos en Tijuana, luego de que unos 500 de ellos fracasaron en el intento de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, el domingo. Por otro lado, Estados Unidos confirmó ayer que allí están detenidos al menos 69 inmigrantes que entraron ilegalmente el domingo cruzando la frontera entre Tijuana y la ciudad estadounidense de San Diego, a pesar de que su patrulla fronteriza reprimió el intento con helicópteros y ga- ses lacrimógenos.
La policía mexicana rodeó ayer el albergue “Benito Juárez” en Tijuana para controlar que no se acerquen a la frontera. Allí se alojan 5.000 centroamericanos, llegados en la caravana que salió de Honduras el 12 de octubre y recorrió más de 4.500 km hasta Tijuana. “Vamos a aplicar la tolerancia cero porque la policía federal está sobrepasada”, dijo una fuente de la policía de Tijuana, donde ayer continuaban las detenciones.
“Son 98 personas las que fueron puestas a disposición del Instituto Nacional de Migración y han sido deportadas”, dijo a Televisa el comisionado de migraciones mexicano, Gerardo García. Todo se desató cuando un grupo de 500 inmigrantes se separó de una manifestación que salió del albergue “Benito Juárez” para pedir que se aceleren los trámites de asilo. Ellos se lanzaron hacia la línea fronteriza en el puente peatonal de El Chaparral, a 3 km de Estados Unidos. Desesperados, los inmigrantes corrieron hacia el canal del río Tijuana, cerca del puesto fronterizo de San Ysidro, lo que sorprendió a la policía.
Desde Washington, el presidente estadounidense Donald Trump presiona a México con sus mensajes en Twitter. Las solicitudes de asilo demorarían meses: el paso de San Ysidro procesa cien pedidos diarios. Ayer Trump escribió que “México debería enviar a los inmigrantes agitadores de banderas, muchos de los cuales son fríos criminales, de vuelta a sus países. En avión, en autobuses, de la manera que quieran, pero no ingresarán a Estados Unidos. Cerraremos la frontera en forma permanente si es necesario”. Además, Trump pidió a los legisladores en el Congreso estadounidense que “den el financiamiento al muro”. Cada día, por los distintos pasos a lo largo de 3.200 km de frontera cruzan legalmente más de un millón de personas, 300.000 autos y 70.000 camiones. Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez son algunos de los pasos más populares.
En estos días en distintas partes de México hay 8.250 centroamericanos que entraron ilegalmente desde Guatemala en octubre. La mayoría está en la frontera con California. Según la agencia DPA, hay unos 7.400 inmigrantes varados y cada vez más desesperados que se reparten entre las ciudades fronterizas de Tijuana y Mexicali. Esta crisis humanitaria le estalló en las manos al presidente electo mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá su cargo el próximo sábado 1° de diciembre.
“Se buscará cambiar la política migratoria restrictiva y se impulsará el desarrollo en Centroamérica”, dijo Marcelo Ebrard, el futuro canciller de López Obrador. El designado ministro de Seguridad, Alfonso Durazo, dijo que “México y los Estados Unidos no deben caer en provocaciones”. López Obrador evitó reunirse con representantes de los inmigrantes cuando llegaron a Ciudad de México, pero prometió que dará visas. Su plan es crear una zona franca en la frontera para atraer nuevas fábricas.