Clarín

Ricardo Kirschbaum Macri, Cristina y...

La entidad fijó su posición antes de que se conozca el fallo: pretende que sea el sábado 8 o el domingo 9 de diciembre. Y ya suenan Asunción, Miami y Doha. River insiste en que sea en su estadio y con su gente. Boca busca ser campeón sin jugar.

- Maximilian­o Benozzi mbenozzi@clarin.com

Arde Asunción. Y no sólo por las altas temperatur­as. El calor se va sintiendo ni bien se sale del aeropuerto, se recorren unos pocos kilómetros y se entra en Luque, donde está la sede de la Conmebol que ayer fue epicentro de todas las miradas de Sudamérica. Es que ahí se llevó a cabo la reunión para ver qué se hacía con la superfinal, esa que para muchos iba a ser la final del mundo y que se convirtió en el papelón del universo, tras suspenders­e dos veces luego del ataque de hinchas de River al micro que trasladaba a los jugadores de Boca. Lo cierto es que la entidad sudamerica­na le quitó a la Argentina esa superfinal de la que tanto se habló. Si hay partido, se jugará en el exterior.

“No están dadas las condicione­s para jugar en la Argentina”, afirmó el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, en su improvisad­a alocución ante una gran cantidad de medios presentes de Paraguay y también de Argentina, entre ellos Clarín. Y agregó: “El fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha. O todos los actores del fútbol sudamerica­no nos unimos para acabar con la violencia, o la violencia se encargará de acabar con el fútbol sudamerica­no”. Eso sí, fiel al extraño estilo comunicaci­onal de la Conmebol, introdujo un asterisco: “La disputa del partido está sujeta a lo que decida la Unidad Disciplina­ria”.

En ese momento, tanto Rodolfo D’Onofrio como Daniel Angelici habían dejado la sede de la Conmebol. Tras un encuentro cargado de tensión, en el que volvieron a verse las caras tras la suspensión y las acusacione­s de traición, ninguno de los dos salió conforme del encuentro con Domínguez, en el que también estuvieron los presidente­s de la AFA, Claudio Tapia, y de la Federación Paraguaya de Fútbol, Robert Harrison. Para el de River, resulta un golpe resignar la localía. Representa una gran pérdida económica y también desde lo deportivo, sin la chance de definir en su casa y ante su público. Y en Boca sintieron como una incongruen­cia que se hable de que el partido se jugaría en el exterior antes de que la Unidad Disciplina­ria resuelva su presentaci­ón. Es que el club xeneize solicitó que se suspenda el encuentro de vuelta definitiva­mente, que se descalifiq­ue a River y se proclame campeón a Boca.

Lo ratificó Angelici en una rueda de prensa en el lobby del hotel ubicado frente a la sede de la Conmebol, donde se hospedaron los dirigentes de ambos clubes. “No aceptamos jugar ningún partido y espero que se tomen el tiempo necesario para revisar todas las pruebas que presentamo­s. Si el fallo no es favorable apelaremos y si es necesario vamos a ir al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo)”, aseguró el titular de Boca antes de irse de Asunción (junto al vice tercero del club, Darío Richarte, el secretario Christian Gribaudo, y el abogado Javier Medín) , dejando la clara sensación de que Boca no quiere jugar el partido y que pretende que todo se resuelva en los escritorio­s.

D’Onofrio (estuvo junto al secretario de River, Ignacio Villarroel, y al abogado Gonzalo Mayo), en la capital paraguaya desde el lunes a la tarde, se fue directo desde la sede de la Conmebol al aeropuerto sin hacer declaracio­nes. Cuando llegó a Buenos Aires sí habló

y dijo: “A mí me contaron que el presidente Mauricio Macri pretende que la final se juegue en River y con público” (ver pág. 6). Con ese logro pensaba volverse el presidente de River desde Paraguay. Sin embargo, las chances de jugar en el Monumental se alejaron a partir de los dichos de Domínguez.

Mientras tanto, desde la Conmebol deslizaban que el fallo saldría anoche. Sin embargo, horas más tarde comunicaro­n oficialmen­te que estaba demorado. ¿El motivo? Boca amplió ayer su presentaci­ón con una nueva carpeta de 46 folios y se corrió traslado de ese documento a River, que debía responder en no más de 24 horas. Lo mismo sucedió con la sanción a Gallardo en ocasión del Gremio-River.

No hay certezas sobre cuándo saldrá. Se supone que hoy o, a más tardar, mañana. En Boca aseguran que aportaron pruebas muy contundent­es. En River creen que no tienen sustentos. De los cinco integrante­s de la Unidad Disciplina­ria, Diego Pirota no votará porque es argentino y de los otros cuatro, lo harán tres para que, en caso de no haber unanimidad, no quede dividido. Esos tres son el paraguayo Eduardo Gross Brown (presidente del Tribunal), el chileno Cristóbal Valdés y la venezolana Amerilis Belisario. La bolilla no cayó para el brasileño Antonio Meccia, quien supuestame­nte podía estar a favor de Boca. ¿Influiría en él tal vez la presión de la Confederac­ión Brasileña de Fútbol, enfrentada con Domínguez, mandamás de la Conmebol?

¿Qué pasará entonces con la superfinal? ¿Se podrá jugar algún día? Todo indica que, de no ocurrir nada extraño, el fallo va en esa dirección.

De hecho, ya se pensaron algunas sedes. Una de ellas fue Asunción, justamente. Desde la Conmebol le preguntaro­n al comandante de la Policía de Paraguay, Walter Vázquez, si podía organizarl­o en el Defensores del Chaco. Su respuesta fue afirmativa. Sin embargo, después de ese anuncio, le hizo saber a la prensa paraguaya que si se jugara aquí, lo haría sin público y cerraría la frontera. Y empezaron a trascender las chances de trasladarl­a a Miami o a Doha. La capital de Qatar corre con una ventaja: su cercanía (554 kilómetros) con Abu Dhabi, el lugar donde se disputará el Mundial de Clubes al que se clasificar­á el ganador del choque de los dos colosos. Bien lejos de la Argentina.

“No están dadas las condicione­s para jugar en la Argentina”, dijo el presidente de la Conmebol. Falta el fallo del Tribunal.

 ?? MAXI FAILLA ?? Oficial. El titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, explica la posición del organismo: quiere una final fuera de la Argentina. “No están dadas las condicione­s”, dijo.
MAXI FAILLA Oficial. El titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, explica la posición del organismo: quiere una final fuera de la Argentina. “No están dadas las condicione­s”, dijo.

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