Clarín

Trump amenaza cancelar su cita en el G-20 con Putin por la crisis con Ucrania

Lo dijo el presidente de EE.UU. al diario The Washington Post. Kiev denunció que Moscú militarizó la frontera.

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La crisis en curso entre Rusia y Ucrania por un incidente naval adquirió anoche una inesperada derivación cuando el presidente Donald Trump, quien se había mantenido reservado sobre el tema, amenazó con cancelar su encuentro previsto con su colega ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre del G-20 en Buenos Aires.

En una entrevista con el diario The Washington Post adelantada anoche por ese matutino en su sitio online, Trump dijo que estaba a la espera de recibir un “informe completo” de su equipo de seguridad nacional sobre las tensiones en el estrecho de Kerch, que une los mares Negro y de Azov. “Eso me ayudará a determinar las cosas”, dijo Trump. “Quizá no tendré la reunión (con Putin). Quizá ni siquiera tendré la reunión. No me gusta esa agresión (rusa a Ucrania). No quiero esa agresión en absoluto”, añadió.

Trump y Putin tienen previsto mantener una reunión bilateral en Buenos Aires, donde ambos asistirán este viernes y sábado a la cumbre de líderes del G-20, en el que sería su primer encuentro desde la reunión bi- lateral de julio en Helsinki.

El presidente estadounid­ense había tenido hasta ayer una tibia reacción a la crisis entre Rusia y Ucrania, al indicar únicamente que no le “gusta” lo que ha ocurrido entre esos dos países. Y luego pareció mostrarse reacio a condenar el episodio, como lo hicieron otros colegas europeos.

Hasta ahora, Rusia se ha mantenido firme ante la presión de EE.UU. y Europa, y Putin advirtió ayer a Ucrania de que no diera nuevos pasos “irreflexiv­os”, mientras un tribunal de Crimea encarceló por dos meses a 12 de los 24 marineros apresados el domingo en el mar Negro.

En una declaració­n que repitió en tres canales de la TV de su país, el presidente de Ucrania, Petro Poroshen- ko, denunció ayer que Rusia había reforzado drásticame­nte su presencia militar en la frontera y hasta citó la posibilida­d de “una guerra total de Moscú”. “El número de tanques en las bases (militares rusas) situadas a lo largo de nuestra frontera se triplicó”, declaró Poroshenko y pidió la liberación de sus marinos. Desde Moscú, negaron tener actitudes hostiles pero multiplica­ron sus esfuerzos diplomátic­os para que los aliados occidental­es de Kiev presionen para un reducción de tensiones.

La crisis detonó el último domingo cuando naves rusas dispararon contra tres buques ucranianos (dos militares y uno civil) y luego los secuestrar­on, acusándolo­s de haber violado sus aguas territoria­les cerca de Crimea, en el estrecho de Kerch, válvula de entrada al estratégic­o mar de Azov, que desde hace siglos Rusia reivindica como propio. Para Kiev, seis marinos fueron heridos, aunque el gobierno de Moscú sólo reconoció a tres e informó que había detenido a 24 militares del vecino país. El choque militar reaviva las tensiones surgidas en 2014, cuando el Kremlin anexionó la península de Crimea, en un hecho repudiado por la comunidad internacio­nal.

“Los dirigentes ucranianos tienen toda la responsabi­lidad por crear una nueva situación de conflicto y por los riesgos que ello conlleva”, dijo Putin. Además, el líder ruso mostró una “gran preocupaci­ón” por el hecho de que Ucrania declarara el estado de excepción en diez regiones del país -incluidas todas las costeras y las que limitan con la Federación Rusa- y pusiera en alerta a sus tropas, sirvien- do el escenario para que revivan pasiones nacionalis­tas. Desde 2014, regiones ucranianas con poblacione­s prorrusas protagoniz­aron una cruenta guerra civil larvada que dejó un saldo de 10.000 muertos. En su diálogo con Merkel, Putin vinculó la reacción de Kiev con las elecciones presidenci­ales de marzo de 2019, en las que Poroshenko aspira a la reelección.

En un intento de evitar nuevas sanciones occidental­es, Rusia puso en marcha una campaña internacio­nal dirigida desde París por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien aseguró que el incidente del domingo fue orquestado por el Servicio de Seguridad de Ucrania y llamó a Bruselas a que envíe un “fuerte mensaje” y convenza a Kiev de que deje de “jugar con fuego”. En Berlín, el viceminist­ro de Exteriores, Alexandr Grushkó, descartó la posibilida­d de que el incidente puede desembocar en un conflicto militar. “Desde el punto de vista militar, está agotado. Debe prevalecer la razón”, dijo.

Desde 2014, Occidente impuso importante­s sanciones económicas a Rusia por la anexión de Crimea y su presunto papel en la guerra en el este de Ucrania. ■

Putin asoció la denuncia de su colega de Kiev a la necesidad de ganar las elecciones de marzo.

 ?? AP ?? Presos. Un soldado ucraniano (der.) es escoltado por un oficial ruso a una corte de justicia en Simferopol. Moscú arrestó a 24 marinos.
AP Presos. Un soldado ucraniano (der.) es escoltado por un oficial ruso a una corte de justicia en Simferopol. Moscú arrestó a 24 marinos.

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