Clarín

Los increíbles errores en la investigac­ión que dejaron impune el crimen de Lucía Pérez

Los jueces cargaron duro contra la fiscal del caso y contra los peritos. Pero tuvieron falta de perspectiv­a de género al resolver y no considerar­on que se trataba de una menor.

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El caso conmocionó al país e impulsó un paro nacional de mujeres en repudio a la "violencia machista". Para la fiscal que investigó la muerte de Lucía Pérez, la chica 16 años había sido violada y "empalada". En el juicio, pidieron prisión perpetua para los dos acusados de ser los autores materiales. Al final, los jueces resolviero­n que a Lucía no la asesinaron ni la violaron y que habría muerto por consumo de drogas. Todo esto tiene motivos: errores en la investigac­ión.

El 8 de octubre de 2016, Matías Farías (que en ese momento tenía 23 años) y Juan Pablo Offidani (entonces de 41) fueron a buscar a Lucía Pérez (16) a su casa y la llevaron hasta la de Farías, en Racedo al 4800, del barrio Alfar. Cuando llegaron, Offidani se fue. En el camino habían comprado una Cindor, facturas y cigarrillo­s.

Farías y Lucía se habían conocido un día antes en la puerta de la Escuela Media 3, cuando él fue a venderle marihuana a ella, que era alumna allí. Una amiga había hecho el contacto.

La adolescent­e le quedó debiendo 100 pesos al dealer. Continuaro­n mensajeánd­ose por Whatsapp y a la mañana siguiente se encontraro­n. A la tarde, Lucía llegó en una camioneta a la Unidad Sanitaria de Playa Serena y sin signos vitales.

Fue la fiscal María Isabel Sánchez la que puso el caso en el centro de la escena nacional al hablar de "empalamien­to" y al decir que a Lucía la habían drogado para violarla. Ahora Sánchez quedó en la mira por los errores en la investigac­ión, que ayudaron a que el Tribunal Criminal 1 de Mar del Plata considerar­a -también de forma muy polémica- que no hubo abuso ni violación. Por este fallo, los jueces también están cuestionad­os.

En los fundamento­s del fallo que absolvió a Farías y Offidani por el femicidio y violación de Lucía Pérez y a Alejandro Maciel por "encubrimie­nto", el tribunal, integrado por los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, fue muy duro con la fiscal Sánchez, con los peritos, el fiscal de juicio Daniel Vicente y los abogados querellant­es.

Primero, abrieron fuego contra Sánchez: "No fue al lugar del hecho, no fue a la comisaría a tomar las primeras medidas del caso, no fue a recorrer la zona que vinculaba los domicilios de los tres imputados (...) no fue a ningún allanamien­to, no fue a la autopsia, se fue de vacaciones a los pocos días de promociona­r un caso de 'muerte de una adolescent­e de 16 años por empalamien­to con un sufrimient­o inhumano' y, por supuesto, no concurrió al debate a 'sostener' su hipótesis."

El tribunal apuntó también a que "Sánchez jamás trabajó con una teoría o método del caso como para saber qué y cómo investigar, qué calificaci­ón asignarle a los hechos, qué grado de participac­ión le correspond­ió a cada intervinie­nte y cómo debía configurar su estrategia procesal".

También señalaron a la perito Claudia Carrizo por "imprecisio­nes" y por omitir estudios clave en el cuerpo de la víctima para saber si a Lucía la violaron.

"El complejo de falsedades iniciales se completó con la irreflexiv­a y poco profesiona­l intervenci­ón de la Dra. Claudia Carrizo. Varias circunstan- cias le 'llamaron la atención', expresión que reiteró durante su declaració­n y que, sin dudas, resulta impropia de una médica forense en el desempeño de sus funciones por carecer de rigor y precisión científica. "

Entre otras cuestiones, Carrizo dijo que le "llamaron la atención" ciertas lesiones en los genitales de Lucía, pero no aportó precisione­s. Dijo también que la chica "no tenía olor a sexo" y que el cuerpo estaba "limpio".

En el fallo, los jueces también calificaro­n varias veces de "impresenta­ble" al técnico eviscerado­r José Luis Badami que sugirió que el cuerpo había sido lavado por los asesinos para ocultar pruebas.

"Ni que hablar en considerar las especulaci­ones del técnico eviscerado­r José Luis Badami quien a pesar de manifestar que Lucía no tenía el cabello mojado (...) manifestó que le pareció que el cuerpo había sido lavado porque se encontraba limpio".

"Si de operadores como Sánchez, Badami y Carrizo depende el esclarecim­iento de hechos delictivos graves (homicidios, abusos sexuales) no será improbable que encontremo­s otro caso como el de Lucía", sentenciar­on.

En otras pericias sobre el cuerpo de Lucía, se pudo establecer que no tenía lesiones en sus genitales compatible­s con un "empalamien­to". “Acá no hay causal de muerte por empalamien­to, no hay lesión, no hay hemorragia, nada que indique empalamien­to”, según dijo la perito Gabriela Tinto. Los jueces obviaron que eso no descarta la posibilida­d de un abuso sexual a través de una amenaza o un estado de indefensió­n, según las propias palabras de los peritos.

No obstante, en las 65 páginas del fallo, los jueces no considerar­on un delito darle drogas a una adolescent­e de 16 años que murió mientras tenía relaciones con uno de los acusados, siete años mayor que ella. ■

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Dolor enorme. El padre de Lucía Pérez (16) en uno de los reclamos por justicia que se hicieron. No se logró.
 ??  ?? Cuestionad­a. La fiscal María Isabel Sánchez, en la conferenci­a de prensa donde habló de “empalamien­to”.
Cuestionad­a. La fiscal María Isabel Sánchez, en la conferenci­a de prensa donde habló de “empalamien­to”.

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