Cada palabra estudiada
Rodolfo D’Onofrio llegó al hall del hotel Costa Galana para dar un discurso con tres grandes ejes: acusar a su par Daniel Angelici de traición; instar a los jugadores de Boca a que no tengan miedo de jugar la final; y pedirle al presidente Mauricio Macri una reunión extraordinaria para llamar a la paz y para mostrarle al mundo que Argentina puede organizar esta final. Siempre supo lo que iba a decir D’Onofrio. Tenía estudiada cada unas de sus palabras. Casi no hicieron falta las preguntas de los 10 periodistas que lo aguardaban. Fueron más de 30 minutos de declaraciones durísimas. Sabía dónde poner énfasis y miró a cámara cada vez que soltaba alguna frase fuerte. Intentó interpelar a Daniel Angelici a través de las 5 cámaras de TV que había en el lugar. Todas las apariciones públicas de D’Onofrio y Angelici en los últimos días han sido oportunistas. Pero en este caso conviene aclarar que si el mandamás de River no habló con la prensa el martes por la noche, pasadas las 23, y lo hizo este miércoles a la mañana, fue por un pedido expreso de los periodistas que cubren el día a día de River. D’Onofrio enfrentó a los medios luego de desayunar. Llegó en soledad. Hizo un saludo general y rápido empezó su discurso. “¿Doha..? Hasta en la Luna dicen que se puede jugar”, fueron sus palabras finales. Y se subió a una combi (con otros directivos y Lucas Martínez Quarta) para llevar adelante una acción solidaria aquí cerquita de Mar del Plata. A la noche había otro D’Onofrio: le pedía disculpas a Angelici y a los hinchas de Boca.