Larreta expresó el deseo de Macri, pero ven la revancha en otro país
Horacio Rodríguez Larreta fijó públicamente la posición que Mauricio Macri había transmitido en privado: la intención de que la revancha de la Libertadores se juegue en la cancha de River y no en otro país, como anunció la Conmebol, lo que implica un revés para el Gobierno luego del fallido operativo de seguridad el sábado en el Monumental. De todos modos, tanto en la Casa Rosada como en la Ciudad prácticamente descuentan que el partido no será en la Argentina.
“Lo definen la Conmebol y los equi- pos, pero acá puede hacerse. La prueba está en que dos semanas antes se pudo hacer en la cancha de Boca, que tiene calles más pequeñas, es todo más angosto, entraron y salieron 60 mil personas y no hubo incidentes”, aseguró Rodríguez Larreta a radio Berlín, en una continuidad de la estrategia del macrismo para concentrar en el Gobierno de la Ciudad, a cargo del operativo, el costo político de la violencia y las postergaciones del fin de semana pasado. En esa línea se inscribió el desplazamiento del ministro de Seguridad porteño Martín Ocampo y que el Presidente mantuviera en privado la opinión que Rodríguez Larreta expresó este miércoles.
“El partido se tiene que jugar, y en la cancha de River”, había transmitido Macri a funcionarios, molesto por la decisión de la Conmebol de llevar el partido a otro país. Ministros argu- mentaban con la jornada sin mayores incidentes en la Bombonera, como expuso Rodríguez Larreta y también Diego Santilli. “Vamos a garantizar la seguridad, lo tenemos estudiado y el operativo va a ser mejor, como en la Bombonera que funcionó bien”, insistió el vicejefe a cargo de la Seguridad de la Ciudad.
Aún así en la Casa Rosada en la tarde del miércoles prácticamente se resignaron a que el partido será fuera de Argentina. “El Presidente quiere que se juegue en River, pero ya no parece posible”, dijo a Clarín un alto funcionario.
En el Gobierno porteño la percepción era similar. El Presidente buscó quedar al margen de la definición y la posición que dejó trascender y que hizo pública Rodríguez Larreta confrontó con el reclamo de Daniel Angelici, su delfín en Boca. ■