La calma de Laprovíttola: “No sentimos ninguna presión”
Solamente un triunfo separa a la Selección de básquetbol del Mundial de China 2019. Pese a que el fixture y el formato de competencia habían dotado a la clasificación de una potencial complejidad, el equipo dio la talla en casi todas las “ventanas” de las Eliminatorias y quedó en una posición inmejorable: necesita ganar uno de los cuatro partidos que le quedan para sacar el boleto a Asia.
El primero será hoy a las 21.30 ante Estados Unidos. Y el premio se potencia esta vez, porque a partir del nuevo sistema de clasificación impuesto por la FIBA, garantizar un lugar en el Mundial implica llegar al torneo que el año próximo será el tram- polín para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“La ansiedad está y te puede jugar a favor o en contra, pero tratamos de mantenernos tranquilos. Queda mucho y si no se nos da mañana, será en el siguiente partido. Si no, seguiremos trabajando”, admitió Nicolás Brussino, escolta de Tenerife.
Mientras que Nicolás Laprovíttola, base del Joventut, también lo tiene claro: “Estamos ante una gran chance de conseguir algo muy importante en nuestro país y delante de nuestra gente, pero no sentimos ninguna presión. Sí queremos conseguir el objetivo lo más rápido posible”.
La Rioja recibió al seleccionado con la misma calidez con la que lo había hecho en noviembre, cuando comenzó el camino ante Paraguay. Pero la diferencia fue que el plantel conducido por Sergio Hernández se entrenó en el moderno e imponente Superdomo bajo un clima mucho más amable que en aquella ocasión.
Unos 23 grados (subirían a 27 a primeras horas de la tarde) y algunas nubes que amenazan darle la razón a un pronóstico que anuncia altas proba- bilidades de lluvia fueron el marco para el entrenamiento.
Que para el público en general la mayoría de los jugadores estadounidenses sean desconocidos no implica que el plantel no los tenga estudiados. El grupo sabe que quizás deba resignar un poco de su estilo habitual para desfavorecer los planes del equipo de Jeff Van Gundy.
“Ellos juegan mucho al contraataque, al uno contra uno, a tirar apenas reciben y no tanto un juego colectivo, así que tenemos que estar preparados sobre todo para defender esas jugadas en las que ellos intentarán sacar la ventaja individual. En ataque, tenemos que abrir los espacios”, evalúa Brussino.
La defensa, el punto alto que siempre ponderaron los cuerpos técnicos en la Argentina, para Laprovíttola será determinante. “Todos tendremos que estar muy atentos y concentrados, comprometidos con el plan de juego y con ayudar al otro -aseguró-. Ellos tienen mucho poderío, físicamente están por encima nuestro y juegan a un ritmo muy alto, pero confiamos en nuestras armas”. ■