Trump cancela su cita con Putin en el G-20 por la crisis de Ucrania
Es porque Moscú no liberó a 3 buques y 24 marinos detenidos por un incidente ocurrido en el Mar Negro.
A horas de su llegada a Buenos Aires, el presidente estadounidense, Donald Trump, canceló ayer la reunión que tenía prevista para este fin de semana con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la Cumbre del G-20 en Argentina, en rechazo a la detención de tres buques ucranianos por parte de Moscú en el mar Negro.
“Dado el hecho de que los buques y los marineros no han sido devueltos a Ucrania por Rusia, he decidido que lo mejor para todas las partes es que cancele la reunión prevista en Argentina con el presidente Vladímir Putin”, escribió Trump en su cuenta de Twitter desde el avión presidencial en el que se dirigía a Buenos Aires. Sin embargo -agregó- confía tener “una cumbre significativa” con el líder ruso “tan pronto esta situación se resuelva”.
La decisión del mandatario sorprendió porque ese mismo día, un par de horas antes, la propia Casa Blanca había confirmado el encuentro, una de las citas bilaterales más importantes que el presidente de Estados Unidos iba a mantener en la Ar- gentina, donde también se encontrará con su colega chino, Xi Jinping. Asimismo, también el Kremlin había confirmado ayer temprano la cita con Putin. Con todo, Trump le había adelantado días atrás a The Washington Post, en una larga entrevista, que una opción que manejaba era levantar su diálogo con el líder ruso.
La cita entre el magnate y el jefe del Kremlin era uno de los platos fuertes de la cumbre del G-20, que celebra los 10 años de existencia de este foro en el que se congregan economías desarrolladas y emergentes desde 2008.
Pero el agravamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania forzó al presidente estadounidense a tomar distancia con Putin, luego de que el domingo pasado guardacostas rusos tomaran el control de tres buques de la Marina ucraniana en el mar Negro, cerca de la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, disparando contra ellos y dejando tres heridos entre los marinos a bordo. Al mismo tiempo, arrestaron a 24 soldados de Kiev.
Los presidentes estadounidense y ruso se reunieron cuatro veces desde que Trump llegó a la Casa Blanca pero solo una vez durante una cumbre, en Helsinki este julio. En sus encuentros, ambos mandatarios manifestaron su intención de iniciar una nueva era en las relaciones entre Washington y Moscú.
La anulación del encuentro ocurre en medio de la controversia en Estados Unidos por nuevas revelaciones en la investigación sobre una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.
Al justificar la captura de los barcos y la toma de prisioneros, el gobierno de Putin dijo que Ucrania había violado aguas territoriales rusas en el mar de Azov, que controla el ingreso al estratégico Mar Negro, y que durante casi 12 horas los barcos ucranianos fueron advertidos de que habría consecuencias.
Ayer, poco antes de salir para Argentina, Putin insistió en responsabilizar a Ucrania de la actual crisis, aunque a todas luces es cada vez más evidente que -tenga razón o no- deberá dar explicaciones por el uso de la fuerza contra la Armada ucraniana en la cumbre de Buenos Aires.
Europa debe mantener un tono firme con Moscú, luego de que Occidente ejecutara sanciones comerciales contra Rusia por su anexión de Crimea, en 2014, a la que Rusia reivindica como propia pese al rechazo occidental. Sin embargo, diplomáticos europeos también admiten las sospechas rusas de que el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, busca usar el incidente en clave electoral nacionalista. En marzo quiere ser reelecto y los sondeos le son muy poco favorables.
Putin intenta evitar la internacionalización del episodio, aunque Ucrania aprobó el estado de excepción y puso en alerta a sus tropas, algo que muchas capitales de Occidente juzgan como desproporcionado. ■