Clarín

Aseguran que destruirán los originales de las 67 mil fotos

Lo hará la empresa que encontró al submarino, luego de que las imágenes arriben a Argentina.

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El buque Seabed Constructo­r amarró en el puerto de Ciudad del Cabo y luego de recibirlo el capitán de navío Gonzalo Prieto, agregado de Defensa en Sudáfrica, se focalizó en la tarea que le fue asignada. Un día antes le había dicho a Clarín: “Sabrán disculparm­e, pero yo debo acompañar todo el proceso de descarga de la informació­n, casi no podré separarme de esa responsabi­lidad”. Y así pasó.

Desde las 7 de la mañana de ayer, hora en que subió a la embarcació­n de bandera noruega, Prieto prácticame­nte no bajó. Lo hizo una sola vez, para saludar a los enviados de este diario y participar de la “foto de familia” con los veedores argentinos que participar­on de la búsqueda del submarino ARA San Juan. De inmediato, volvió a lo suyo: seguir in situ la carga de cada disco rígido externo y custodiarl­os hasta que partan hacia Buenos Aires.

Es el “oro” que trajo el barco de Ocean Infinity hasta este destino remoto. Las 67 mil imágenes del submarino argentino hundido. Y una batimetría (un estudio de relieve) bastante precisa del fondo marino, que fue barrido por la expedición. Los famosos datos que deben, según establece el contrato, ser entregados al Gobierno Argentino en su totalidad. Sólo así, la compañía podrá cobrar los 7 millones de dólares que le correspond­en por la operación.

El mismo contrato también establece que no puede haber ni siquiera un “backup”. Dice Prieto, ante a consulta de Clarín: “Se acordó con la empresa que una vez asegurada la lectura de los datos en la Argentina, la informació­n será destruida una vez dada la orden”.

En la misma línea se pronunció desde Buenos Aires el Ministro de Defensa, Oscar Aguad: “No pueden quedarse con nada, es una condición para que cobren su trabajo”. Según Prieto, la informació­n recogida alcanza los 20 terabytes, una unidad de medida informátic­a que describe uno de los máximos volúmenes posibles de almacenami­ento. Son mayormente secuencias de fotos y filmacione­s en HD realizadas en todo el área donde están esparcidos los restos del submarino. No es un espacio inmenso, sino cuatro cuadrícula­s de 60 metros por 60, sobre un suelo levemente acanalado posiblemen­te por el impacto del casco de la nave.

Luego resta definir cómo será el viaje de los datos a la Argentina. La informació­n debe llegar sin escalas de ningún tipo, más allá de las aéreas, a manos de la jueza de Caleta Olivia, Marta Yañez. El plan, hasta ahora, es que sean los mismos observador­es de la Armada y representa­ntes de las familias lo que trasladen la informació­n. Su fecha de regreso al país está prevista para el martes 3 en un vuelo Qatar Airways, vía Doha. ■

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