La voz del tango gay friendly
La cantante de la Fernández Fierro, en pareja con Lucrecia Martel, habla de su explosivo material.
Julieta Laso es la voz de fondo en el dificultoso contexto de una orquesta típica. Quizás una típica sea al tango lo que la marcha militar a la Patria. Juli se encuentra en ese aprieto. Es la cantante de la Fernández Fierro desde hace cuatro años. Tras la salida del Chino Laborde, parece como si la orquesta -12 tipos de temer, algunos con barba azul- estuviera haciendo una probation cuyo castigo fuera convertirse en la avanzada de la Ley de Cupo Femenino.
Dejamos acá y retomamos luego, porque Juli quiere mostrarnos el balcón de su casa, tratando de convencernos de una analogía con el concierto de Los Beatles en la famosa azotea. “Acá fue”, dice hecha un conquistador en las alturas de un tercer piso de Villa Crespo. Desde esa ochava Julieta presentó Martingala para el barrio.
¿Así que vos no escribís letras? -Para este trabajo tuve la suerte de que escribieran especialmente para mí Diego Balardi, Rodrigo Guerra y Alejandro Balbis. Nos reuníamos y yo les contaba sobre mis inquietudes, mis vulnerabilidades, quién soy, etcétera. Enorme dedicación que se logra con horas y horas de reuniones.
-En “Martingala”, tema que le da nombre al disco, decís que le querés comer la boca a una mujer... -En realidad canto “Y a tu boca de mujer, va mi amor muerto de sed”. -Homosexualizás el tango. ¿Eso es nuevo?
-No sé si nuevo, pero es bueno. Ya está, debía ocurrir. No podría decir que soy una bisagra. Hace 15 años que se viene escribiendo sobre otro tango y es bueno que el género vaya cambiando. Y no es el único tema del disco que aborda el asunto. Algo más sutil, Las tribus, habla de la relación entre dos varones.
-¿Es difícil meter la voz en una orquesta típica?
-Uffff, si llegás a entrar a destiempo, perdiste. La típica es un tren... -Alrededor tuyo está el mito de que fuiste descubierta mientras cantabas en la ducha...
-Era vecina de gente allegada a la Fierro, sí, es verdad, pero yo ya tenía mi pequeño recorrido como cantante solista.
-¿Qué onda la Fierro con El sexteto mayor?
-Ninguna, no nos cruzamos.
-¿Y con el Negro Lavié? Un día le regalé un disco de ustedes y se lo olvidó sobre la mesa del bar.
-Me imagino (sonríe), pero son distintas búsquedas. La Fernández Fierro viene de Osvaldo Pugliese, son re amantes del tango. Pasa que no participamos del ambiente. -¿Qué critica el tango tradicional? -La monotonía, y esa cosa tan rabiosa y punk que se entromete con nuestro tango. Igual, nunca necesitamos del circuito tanguero para hacer lo que hacemos. De hecho, estamos más relacionados con el rock. -Yuri Venturín-fundador y director de la orquesta- dijo que te había convocado porque tener una mujer estaba de moda.
-Tiene un humor negro total Yuri. Igual, cada vez vamos a ser más mujeres.
-¡¿En la Fierro?!
-En todos lados va a pasar. Y yo voy a hacer fuerza para que eso suceda. La ley de cupos es abrir el espectro. El cupo es una herramienta que ahora tal vez no permite espontaneidad, pero que llama a que el reparto sea más equitativo. En la música hay una mirada machista de que la mujer no vende. ■