Cumbre entre macristas y radicales para avanzar en la estrategia electoral
Sin Macri, referentes de ambas fuerzas cenaron anoche en una parrilla de Palermo. Acordaron bajar tensiones.
Referentes macristas y radicales compartieron anoche una cena en la mayor reserva, con el objetivo de cicatrizar heridas y acelerar la estrategia para el año electoral. Sin Mauricio Macri, cinco integrantes de cada fuerza se sentaron a la mesa de la parrila Don Julio, el local de Palermo que recobró fama días atrás porque recibió la visita de la canciller alemana Angela Merkel tras su demorado viaje por el G-20.
La relación del Gobierno con el peronismo en las provincias, el balance positivo de la cumbre internacio- nal y los problemas en la economía real, si habrá interna de Cambiemos en las primarias presidenciales o si la UCR podrá ocupar un lugar en la fórmula formaron parte del menú de temas sobre los que giró la reunión.
Un rato antes, Elisa Carrió lanzó una crítica fuerte al nuevo reglamento oficial para el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas federales. La cita se concretó luego de la tensión por la silla que el peronismo con un acuerdo entre diferentes sectores le arrebató a Mario Negri en el Consejo de la Magistratura. El radicalismo casi no tuvo un rol relevante en la cumbre, salvo el gobernador jujeño Gerardo Morales que recibió en el aeropuerto al mandatario chino Xi Jinping y su provincia firmó convenios con ese país y Francia. Más allá de los pases de factura por ese golpe del PJ, el foco estuvo puesto en la discusión hacia adelante.
Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Humberto Schiavoni (reempla- zó a María Eugenia Vidal, que tenía un compromiso familiar) asistieron por el PRO. Los gobernadores Alfredo Cornejo -titular de la UCR- y Gustavo Valdés, el diputado José Cano (por Morales), más los referentes legislativos Negri y Luis Naidenoff representaron a los radicales. Los dos últimos retornaron a la mañana de la reunión de Gabinete tras varias semanas, como gesto de distensión.
Morales participó de una reunión previa de la UCR, aunque luego viajó a su provincia. “Somos seres humanos, siempre puede haber enojos, pero siento que hay mucha responsabilidad”, había dicho Macri el lunes. En la Casa Rosada aseguraron que no fue a la cena para mantenerse al margen de las disputas partidarias.
Los aliados insisten con un reclamo: que en las provincias en poder del PJ o partidos provinciales el macrismo no priorice los acuerdos con dirigente de otras fuerzas sobre los apoyos a integrantes de Cambiemos que buscan dar pelea. “Que no perju- diquen a los nuestros, necesitamos definiciones claras”, advirtieron, con la mirada en distritos como La Rioja, Entre Ríos y Santa Cruz.
A su vez, en la UCR algunos dirigentes empujan para pulsear en las primarias contra Macri (buscan levantar a Martín Lousteau), otros se inclinan por pujar para acompañarlo en la fórmula. En cuanto a las provincias, el macrismo intenta evitar internas en los distritos sin primarias obligatorias, como en Córdoba, aunque los aliados apelan a una suerte de reglas de palabra fijadas en Cambiemos: que en teoría en las cinco gobernaciones propias define el mandatario, en el resto si hay una figura instalada no se pierde energías en discusiones y en las demás se resuelve por PASO, internas o encuestas.
Las fechas son parte del debate, tanto el posible adelantamiento en Buenos Aires como en los distritos radicales. “No hay que apurarse para definir eso, éste es el peor momento del Gobierno”, coinciden todos. ■