“Hubo un tiempo en el que fuimos felices con muy poco”
Gracias a la hija de Martín Karadagián se reeditará “Titanes en el ring”. Aquel famoso espectáculo de catch de los años sesenta nos alteraba los nervios de quienes en esa época éramos niños. La presentación realizada a veces por un árbitro que estaba del lado de los villanos de la troupe nos sacaba de quicio, después de todo era su tarea exacerbar al público infantil del momento; dicho sea de paso, éramos más crédulos.
Todo esto era en la postrimería del modernismo que asomaba por esos años. Sobre el aparato de televisión, los nostálgicos recordarán que se parecía más al ataúd de la familia de Tutankamón que a una tele. Incluso si queríamos deleitarnos en colores debíamos poner un celofán verde, naranja o cualquier otro, para los efectos especiales.
Era después de cenar que nos reuníamos con mis padres alrededor del artefacto mientras veíamos desfilar o caer del ring a la Momia, el Indio Comanche, el Sr. de la Barra de Hielo, el Caballero Rojo, al propio Martín. No había celulares ni tablet ni computadoras y con el tiempo la caja boba empezó a invadir nuestra intimidad y propiciar el marketing y la publicidad.
Antes vivíamos sumidos en la ignorancia, ni sabíamos qué era el resto del mundo. El cambio fue traumático: pasamos de la radio a válvulas a ver las imágenes. Hubo un tiempo en el que fuimos felices con muy poco. Amén de aprender algunas técnicas de lucha, pero con muy malos resultados, ya que también había que saber caer... Eso me lo enseñó la vida.