Clarín

Las torres se podrán construir, aunque sólo en áreas especiales

- Paula Baldo pbaldo@clarin.com

La mayoría de los cambios que introduce la reforma de los Códigos Urbanístic­o (CU) y de Edificació­n (CE) no serán visibles en el corto plazo. La densificac­ión de la mayor parte de la Ciudad, a partir del aumento de la capacidad constructi­va, demandará años en materializ­arse. Respecto a la construcci­ón de torres, el CU no las prohíbe sino que las limita a áreas especiales, como los proyectos urba- nos en tierras estatales (playas ferroviari­as, Catalinas, Tiro Federal). En general, todos los barrios aumentarán su altura y se podrá “enrasar” (igualar la altura del edificio vecino aunque supere la permitida en esa zona). Así, en una manzana de casas bajas con un edificio alto, los linde- ros también podrán crecer. Menos en Caballito donde se prohibiero­n los enrases.

La primera evidencia del cambio de los Códigos que advertirán los porteños será una fuerte reducción en la superficie de los departamen­tos nuevos: las unidades más chicas podrán tener sólo 18 m2.

Los textos votados ayer sufrieron algunas modificaci­ones puntuales atendiendo a las propuestas y críticas expuestas en las dos audiencias públicas. Por ejemplo, el CE establece que sólo la mitad de las unidades funcionale­s de un edificio puedan ser mínimas. No obstante, la reducción de la superficie de todos los ambientes de una vivienda ya es un hecho, e impacta desfavorab­lemente en las condicione­s de habitabili­dad. Especialme­nte para las personas mayores, un grupo cada vez más numeroso de porteños.

El CE también sumó disposicio­nes para atender las necesidade­s de la población con discapacid­ad, fundamenta­lmente en los edificios públicos. Aunque deja polémicas áreas grises en manos de la posterior reglamenta­ción. Por otro lado, el capítulo de medios de elevación fue modificado para garantizar la seguridad en el uso y de los ascensores. ■

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