Las torres se podrán construir, aunque sólo en áreas especiales
La mayoría de los cambios que introduce la reforma de los Códigos Urbanístico (CU) y de Edificación (CE) no serán visibles en el corto plazo. La densificación de la mayor parte de la Ciudad, a partir del aumento de la capacidad constructiva, demandará años en materializarse. Respecto a la construcción de torres, el CU no las prohíbe sino que las limita a áreas especiales, como los proyectos urba- nos en tierras estatales (playas ferroviarias, Catalinas, Tiro Federal). En general, todos los barrios aumentarán su altura y se podrá “enrasar” (igualar la altura del edificio vecino aunque supere la permitida en esa zona). Así, en una manzana de casas bajas con un edificio alto, los linde- ros también podrán crecer. Menos en Caballito donde se prohibieron los enrases.
La primera evidencia del cambio de los Códigos que advertirán los porteños será una fuerte reducción en la superficie de los departamentos nuevos: las unidades más chicas podrán tener sólo 18 m2.
Los textos votados ayer sufrieron algunas modificaciones puntuales atendiendo a las propuestas y críticas expuestas en las dos audiencias públicas. Por ejemplo, el CE establece que sólo la mitad de las unidades funcionales de un edificio puedan ser mínimas. No obstante, la reducción de la superficie de todos los ambientes de una vivienda ya es un hecho, e impacta desfavorablemente en las condiciones de habitabilidad. Especialmente para las personas mayores, un grupo cada vez más numeroso de porteños.
El CE también sumó disposiciones para atender las necesidades de la población con discapacidad, fundamentalmente en los edificios públicos. Aunque deja polémicas áreas grises en manos de la posterior reglamentación. Por otro lado, el capítulo de medios de elevación fue modificado para garantizar la seguridad en el uso y de los ascensores. ■