Al dueño de casa le sienta un poco mejor la banda roja
Hubo más jugadores de River que pasaron por la Casa Blanca. Y dejaron recuerdos muchos más gratos.
Los hinchas del dueño de casa tienen más simpatía por River que por Boca. La cantidad de jugadores que usaron la banda roja y la camiseta merengue fueron más y dejaron mejor recuerdo que aquellos con orígenes azul y oro. Como habrá muchos madridistas en el Bernabéu, habrá un plus de aliento para los jugadores de Gallardo.
Los 11 años vestido de blanco, las 8 Ligas y las cinco primeras Copas de Europa, la actual Champions, colocan a Alfredo Di Stéfano en el podio indiscutido. Además, el modo en que llegó “Don Alfredo”, como aún se lo llama, fortalece la hermandad. Di Stéfano había sido uno de los cracks que emigraron de Argentina en 1948 luego de la famosa huelga y fue a Millonarios, con el que vino de gira. Aquí lo vieron el Madrid y el Barcelona. Bernabéu negoció con River. Y el Barça con Millonarios. La Federación debió zanjar el entuerto y decidió que Di Stéfano jugara un año en cada equipo. Entonces, Barcelona contrató a Kubala. Y Di Stéfano se convirtió en emblema.
Desde entonces, Boca “proporcionó” al Madrid a tres jugadores “y medio”. El primero fue Chupete Guerini, un formidable puntero izquierdo que Málaga compró en 1973 y luego de dos años llegó al club blanco donde pasó cuatro temporadas. Más acá en el tiempo jugaron Walter Samuel y Fernando Gago, sin mucho suceso. El “medio” fue Oscar Ruggeri, que también había jugado en River. Fue campeón en 198990 en la última de las cinco Ligas consecutivas del Madrid antes de la irrupción del Dream Team del Barcelona que dirigía Johan Cruyff.
En los 70, Enrique Wolff dejó huella. Se había iniciado en Racing, pasó a River y luego a Las Palmas hasta que llegó a La Castellana y fue campeón dos veces. También iniciado en Racing, con paso por Vélez y River, Rogelio Domínguez fue arquero del Madrid durante cuatro años.
Hay casos curiosos. Javier Saviola jugó en River y luego en Barcelona, donde compartió plantel con Riquel- me, y estuvo un año en el Madrid. Esteban Cambiasso tenía 16 años cuando lo compró el Madrid, que lo dejó a préstamo en Independiente primero y luego en River hasta venir al club blanco entre 2002-04, donde ganó cuatro títulos pero sin afirmarse entre los titulares. El último fue Juan Esnaider, quien primero fue del Madrid y más tarde de River. Lo mismo que Roly Zárate, hermano de Mauro, hoy en Boca.
Gonzalo Higuaín está fresco en la memoria. Debutó en River en 2005 y año y medio después fue una venta millonaria. En el Real jugó siete años y ganó siete títulos. Las presencias de Cristiano y Benzema no lo dejaban ser titular y se marchó a Napoli. Lo recuerdan con cariño. Y con nostalgia, habida cuenta del momento actual del Real.
Santiago Solari es el DT del Madrid y jugó en River. Es sobrino de Jorge, quien también dejó huella en la banda roja en los 60 y jugó aquella mítica final con Peñarol en Chile. Santiago estuvo en el plantel en la final Intercontinental de Tokio que Boca le ganó 2-1 al Madrid con el doblete de Palermo. Aquella vez en Japón, en una salida en un shopping, Solari fue agredido por hinchas de Boca. El hincha del Madrid lo recuerda perfectamente. Otra razón para hacer fuerza por River. ■