El sabor de los cerezos en flor
La convivencia de cuatro jóvenes en esta película que es una celebración sensorial del goce de vivir.
Drama. Japón, 2015. 127’, SAM 13.
De: Hirokazu Kore-eda. Con: Haruka Ayase, Masami Nagasawa, Kaho, Suzu Hirose. Salas: ArteMultiplex, Atlas Patio Bullrich, Lorca. Más vale tarde que nunca: a tres años de su estreno en Cannes, llega a los cines argentinos otra muestra del talento del japonés Hirokazu Kore-eda, que no en vano es un niño mimado del circuito de festivales. Basada en un manga que empezó a publicarse en 2007 y sigue editándose, muestra la convivencia entre tres hermanas veinteañeras que incorporan a una cuarta, preadolescente, a quien conocen el día del funeral de su padre.
“Si supieras cuánto me alegra poder disfrutar de la belleza”. La frase de uno de los personajes describe el espíritu de Nuestra hermana menor: una celebración de esos pequeños milagros cotidianos que le dan sentido a la vida. Los cerezos en flor, los chaparrones tropicales de la época de lluvias, el dorado de los árboles otoñales, las apacibles playas de un pueblo costero, son los escenarios donde transcurre esta historia amable, emocionante sin golpes bajos, dulce sin empalagar.
Kore-eda tiene una particular sensibilidad para retratar vínculos familiares, sin perder nunca una mirada tierna y compasiva sobre sus criaturas. Estas cuatro hermanas -y la mayor parte de los personajes que las rodean- son encantadoras, y los escasos conflictos que hay en la trama se desarrollan sin estridencias.
Todo, aun lo más dramático, transcurre apaciblemente, de modo que la intensidad pasa por el disfrute de los momentos de felicidad compartida. Que, en general, giran en torno al goce culinario: vino de ciruelas, pescado frito, bruschetas de boquerones, sopas de intensos colores y otras delicias que casi se pueden saborear.
La muerte es tomada como una etapa más. La película empieza y termina con un velorio; lo que se desarrolla entre esos dos momentos agridulces es lo más parecido a una versión sensorial de la famosa lista de Woody Allen sobre todo lo que justifica la experiencia de estar vivos. ■