La Avenida Entre Ríos sacó la cultura a la calle y fue una fiesta
El arte y el espectáculo transformaron ayer los alrededores de la Avenida Entre Ríos, con el primer Festival Cultural a Cielo Abierto, gratuito.
Ocurrió en Independencia, entre esa avenida y Combate de los Pozos. Allí, a metros del antiguo Mercado San Cristóbal y del bar Gardel, uno de los platos fuertes fue tanguero: la cantante Patricia Malanca, nominada al Grammy Latino a Mejor Álbum de Tango por su disco Bucles. Pero todo el programa era tentador y variado: incluyó la orquesta típica La Vidú, la banda de rock metal Osario y, para los amantes de la música lírica, la compañía Dov’è la Bussola?, integrada por profesionales formados en el Teatro Colón. También fue de la partida el ballet folclórico Abrazo Abierto del club Centro Juvenil, que funciona desde hace seis años en diferentes espacios culturales y deportivos independientes.
Desde antes de que arrancaran los shows, zanquistas con vestuario navideño y aros verdes caminaban cerca del público y se robaban todas las miradas. Y la propuesta incluyó además sorteos navideños con productos de los negocios de la zona. Justamente la entidad que organizó el evento fue la Asociación de Comerciantes, Profesionales e Industriales de la Avenida Entre Ríos (ASOER).
“Estamos en una época de recesión pero todas estas cosas siempre ayudan. Es auspicioso que se junte el barrio y nosotros, felices”, resaltó a Cla- rín Fernando Sackler (60), dueño de una rotisería vecina.
El festival contó con apoyo del Ministerio de Cultura de la Ciudad a través del Programa Barrios Creativos, que busca fortalecer los lazos entre la gente y su lugar. Ese es uno de los puntos que celebró la vecina Ana María Mose (69). “Hay mucha gente que no tiene acceso a la cultura y ésta es una forma de inclusión”, destacó.
A unas sillas de madera de distancia, estaba Wilber Romero (39), quien llegó con sus dos hijos desde Villa Soldati para ver a Osario. “Suenan muy bien y tengo la oportunidad de escucharlos acá, sentado y tranquilo”, contó.
El público se acercó por la tarde y, con el cielo ya oscuro, mantenía la expectativa y los aplausos. ■