El irregular Independiente se llevó un punto de Mendoza por una exquisitez de Meza
Ángel González había puesto en ventaja a Godoy Cruz en un partido cambiante y con un empate lógico.
Su último aporte fue exquisito. Ese tiro libre desde la izquierda que dejó parado al arquero de Godoy Cruz fue la contribución (¿final?) de Maximiliano Meza en Independiente. Y sirvió para rescatar al menos un punto en la siempre esquiva Mendoza, una provincia que se transformó en un verdadero karma para el conjunto de Avellaneda, que anoche empató 1-1 ante Godoy Cruz.
Con su traspaso a Rayados de Monterrey muy cerca de definirse, el mediocampista que disputó el Mundial de Rusia jugó seguramente su último partido en el Rojo. Si es así, fue una despedida de lujo, un golazo cuando las sombras de la tercera derrota consecutiva comenzaban a sobrevolar sobre la cabeza de Ariel Holan.
“Uno siempre se quiere ir por la puerta grande. Pasé cosas muy lindas y es el momento de salir por la puerta grande. Espero que sea un beneficio para mí y para el club que me dio todo”, dijo Meza, campeón de la Sudamericana y de la Suruga Bank.
Ángel González acababa de marcar un tremendo gol para poner en ventaja a Godoy Cruz y el reloj comenzaba a convertirse en otro enemigo. En ese contexto, Meza tomó la pelota cerca del córner y no eligió enviar un centro. Su disparo, preciso, terminó en un ángulo del arco de Roberto Ramírez, que no pudo reaccionar.
El empate fue el resultado lógico para un partido cambiante. El primer tiempo fue de Godoy Cruz, pero chocó con Martín Campaña, que volvió a sostener a Independiente como otras tantas veces.
Ese desborde de Fabricio Bustos y la mala definición de Fernando Gaibor cuando recién iba un minuto de juego fue un espejismo. Un oasis en medio del desierto de fútbol que fue Independiente en la primera etapa, cuando fue superado por un práctico Godoy Cruz, que nunca se entretuvo con la pelota.
Cada vez que la recuperó, el equipo mendocino apuntó directo a Campaña. Sin mucha generación de juego, pero con una velocidad que pocas veces pudo contrarestar el conjunto de Ariel Holan. Y si el equipo de Diego Dabove, el técnico que sorpresivamente decidió no renovar su vínculo y se irá de Mendoza, no se fue al descanso en ventaja, fue responsabilidad exclusiva de Campaña.
Independiente fue un equipo partido en la etapa inicial. Seis para defender y cuatro para atacar. Y pocas veces se rompió esa monotonía de un equipo que esperaba alguna aparición salvadora.
El complemento fue muy diferente. Independiente se acomodó mucho mejor y aprovechó que Godoy Cruz bajó su intensidad. Francisco Silva y Nicolás Domingo hicieron pie en la mitad de la cancha y el dominio fue visitante.
Sin embargo, en el mejor momento de la visita, llegó el golazo de González, que enganchó en el corazón del área, dejó pasar de largo a dos rivales y definió con maestría.
Reaccionó rápido el Rojo y llegó al gol gracias a Meza. Y el final lo encontró más cerca del arco rival. Pero se quedó sin tiempo y sin poder romper la racha histórica que marca que nunca pudo ganar un partido oficial en el estadio Malvinas Argentinas. Al menos no se fue con las manos vacías y se llevó un empate para cerrar un año irregular. ■