Messi metió dos golazos de tiro libre y Barcelona se floreó en el clásico
En el 4-0 sobre Espanyol, el rosarino se convirtió en el tercer argentino en convertir más tantos por esa vía.
Cada fin de semana, Lionel Messi encuentra un nuevo desafío. Y lo logra, claro. Siempre tiene una excusa de la cual sujetarse para seguir escalando en su carrera. Y Messi lo hizo de nuevo. Esta vez, en un encuentro caliente: en el derbi catalán, como visitante del Espanyol, uno de sus rivales predilectos, al que Barcelona castigó con una goleada por 4-0, con dos golazos de tiro libre de Leo. Y en el estadio estuvo Claudio Tapia, presidente de la AFA, en una señal para mimar al crack por su regreso a la Selección.
De esta manera, Messi llegó a 44 goles convertidos de tiro libre, por lo que superó a Daniel Passarella (43) y quedó en el tercer puesto de los argentinos que más goles hicieron mediante esa vía. Arriba está Diego Maradona, con 59, y su escolta es Manuel Pelegrina, con 45.
Messi sabía que si marcaba un gol se convertiría en el jugador que más veces festejó contra el rival de la ciudad. Hizo dos. Y los hizo a lo grande. Nada de empujarla con el arco libre o aprovechar un rebote. Messi construyó sus propios golazos de tiro libre, uno a cada ángulo. Y así llegó a 20 festejos contra el Espanyol.
Fueron dos perlas las de Leo. La primera, a los 17 minutos, cuando el equipo de Valverde había generado muy poco. Hasta que Messi aceleró de la derecha al centro y lo voltearon antes de pisar la medialuna. Era el lugar ideal para Lionel. Todas las opciones eran potables para su zurda. Eligió por encima de la barrera y la clavó en el ángulo superior izquierdo, imposible para Diego López.
Fue el inicio de un triunfo cómodo de Barcelona en un derbi sin equivalencias. Dembelé no quiso ser menos que La Pulga, se hamacó en el costado izquierdo del área y amplió la cuenta con un derechazo con rosca al segundo palo.
Cada vez que el equipo de Valverde aceleraba, llegaba a fondo. Lo de Espanyol era refugiarse y salir rápido de contraataque. Pero nunca lograba filtrar el pase largo para superar a la defensa alta del Barsa.
Y cada avance intrascendente del local derivaba en un ataque contundente de la visita. Suárez metió el tercero sobre el final de la primera tar- de, con una corajeada digna de su juego. Llegó hasta el fondo y metió la pelota por una endija, entre las piernas de López, que no pudo cubrir el palo.
En el segundo tiempo, Messi lo hizo de nuevo. Se superó a sí mismo. Y en el juego de las estrategias, otra vez desconcertó a Diego López. Se la clavó al otro palo, a su derecha y otra vez quedó en ridículo, mientras Leo se fue a festejar el 4-0.
Barcelona sigue en lo más alto de la tabla, con 31 puntos, tres más que su escolta Sevilla, que empató 1-1 en su visita a Valencia.
Para Messi, fue una jornada más de su rutina: hacer goles y alcanzar récords. Y no pasa inadvertido que en la platea haya estado Tapia. Es que el rosarino no se pone la celeste y blanca desde la eliminación en octavos de final en el Mundial de Rusia y no fue convocado desde que Lionel Scaloni es el DT interino del equipo. La mira está puesta en la Copa América de Brasil 2019, pero la intención es que Messi vuelva a ser el capitán de la Selección en marzo, en la próxima fecha FIFA. ■
Sabemos lo que Leo es capaz de hacer y es un placer verlo. Lo que haga no sorprende. Es fundamental y por eso es el mejor jugador del mundo”. Sergio Busquets