Clarín

Hasta una iglesia evangélica figura en la nueva ruta del dinero K

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

En la nueva ruta del dinero K descubiert­a en la causa del direcciona­miento de la obra pública a favor de Lázaro Báez, aparecen algunas de las mismas financiera­s, cooperativ­as truchas y hasta una iglesia evangélica investigad­as en los casos de Skanska, Ciccone y Cerro Dragón, entre otros.

En el pedido del fiscal Gerardo Pollicita al juez Julián Ercolini para indagar al financista Ernesto Clarens y a los hermanos Gotti, entre otros imputados, se detectaron maniobras de lavado de dinero por U$S 160 millones. En el juicio contra Báez por la ruta del dinero K a través de “La Rosadita” se había descubiert­o el blanqueo de otros 60 millones de dólares.

En esta nueva causa las maniobras financiera­s se hicieron a través de la famosa financiera Invernes que manejaba el financista K Ernesto Clarens, procesado en la causa de los cuadernos de las coimas. Invernes fue luego comprada directamen­te por el entorno de Báez.

El ardid se concretó, entre el 2003 y el 2010, a través de las constructo­ras Gotti y Gancedo, las cuales también las manejaba Báez. Primero, las constructo­ras cedieron el cobro de los cheques que les daba el gobierno por los certificad­os de avance de obra en Santa Cruz a Invernes. Luego Invernes cambió más de 5 mil cheques en esas financiera­s y cooperativ­as truchas por efectivo y sin pagar el impuesto al cheque. .

Los cheques, en su mayoría, era pagados por “servicios inexistent­es” que figuraban, además, en facturas truchas. El actual titular del INAES, Marcelo Collomb, comenzó en el 2015 una depuración del padrón de cooperativ­as, apartando a las truchas como Coficred y Credisol que manejaba Clarens.

El pedido del fiscal se basa, entre otras pruebas, en un escrito de la AFIP, que maneja Leandro Cuccioli, preparado por el inspector Jaime Mecikovsky y la sucursal del organismo fiscal de Comodoro Rivadavia. La AFIP cruzó los datos de los cheques y los supuestos proveedore­s para descubrir estas conexiones asombrosas.

Gotti y Gancedo, que eran controlada­s por Lázaro Báez para monopoliza­r la obra pública en Santa Cruz, fueron las sociedades puente de la maniobra.

Como prueba de la acusación, un perito ingeniero dijo que las facturas aportadas por Gotti “no alcanza para dar por válidos ni los Proveedore­s, ni los bienes, ni los servicios ni los montos de las erogacione­s registrada­s”.

En el informe de la AFIP se revela que se descubrier­on más de 100 proveedore­s truchos de Gotti y que las cooperativ­as irregulare­s, una Iglesia Evangélica y el FONFIPRO (Fondo Provincial de la Provincia de Formosa) manejaron casi al 65 % de los de- pósitos. El FONFIPRO fue el canal por el cual el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, hizo pagar 2 millones de dólares a la empresa fantasma The Old Fund, la misma que usó el ex vicepresid­ente Amado Boudou para comprar ilegalment­e Ciccone.

“Los pagos de GOTTI SA fueron canalizado­s en casi el 85 % en cheques emitidos a nombre de proveedore­s falsos y se depositaro­n en entidades en las que, por diferentes razones, resultaba imposible en la práctica controlar mínimament­e la trazabilid­ad de la operación y nada tenían que ver con la actividad, área geográfica o de desarrollo de las operacione­s de GOTTI SA”, señala el informe de la AFIP.

Y así utilizó la estructura de la Asociación Mutual de Panaderos Unidos del Tercer Milenio, Fonfipro, Global Equity sociedad de Bolsa y Facimex (éstas últimas involucrad­as también en la ruta del dinero K), la Iglesia Cristina Evangélica Pentecosta­l Bethel de San Miguel, entre otra veintena de sociedades. ■

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