“Gané la Copa que siempre quise y ahora voy por el Mundial de Clubes”
Mayo de 2018. “A la gente de River te la metés en el bolsillo jugando bien, haciendo goles y ganando títulos. A mí me tocó ganar uno importante (la Supercopa Argentina, en la final contra Boca) y esperemos que siga con la Libertadores porque si ganás esa Copa quedás para siempre en la historia del club. Y eso es lo que busco”. Lucas Pratto le dijo estas palabras a Clarín luego del primer semestre, mientras aún se estaba acomodando a las exigencias del club de Núñez.
Diciembre de 2018. “Estoy muy feliz porque cumplí el objetivo más importante de mi carrera. Tanto perseguí esta Copa hasta que la pude conquistar. Tengo sensación de plenitud”, le dijo el delantero a este diario antes de dejar Madrid e ir rumbo a Abu Dhabi.
Otra Copa con River y ganándole a Boca. Dos títulos con la banda roja después de vencer al eterno rival en la final. Un privilegiado.
Pratto llegó a River persiguiendo ese sueño. Tenía a la Libertadores en la cabeza. La había buscado sin éxito con Universidad Católica de Chile, con Vélez, con Atlético Mineiro y con San Pablo. Llegó a River con la firme decisión de ir por ella. Lo entusiasmó el proyecto de Marcelo Gallardo. Y creía que de su mano el sueño estaba más cerca. Metió un pleno. “Sentía que la capacidad de Gallardo me podía dar chances de ganar esta Copa y no me equivoqué”, aseguró el Oso.
-¿Qué tiene Gallardo que lo hace ser un técnico especial?
-Mucha claridad en su cabeza, tanto él como el resto del cuerpo técnico. Ve los momentos clave antes y durante los partidos. Sabe a quién tiene que sacar y a quién poner. Y los planteos tácticos son muy buenos. Pude venir con él y por suerte ser campeón. -¿Cuáles son las razones por las que fueron campeones?
-Tenemos un gran equipo, un gran entrenador, un gran cuerpo técnico. Toda la gente que ha trabajado con nosotros sabe bien lo que hace. Todos hicimos sacrificios en un gran semestre, en el que eliminamos de la Copa a clásicos rivales (Racing, Inde- pendiente y Boca) y al que era el último rey de América (Gremio). Fuimos justos campeones. Y se nos dio ganar la final contra el rival de toda la vida. -¿Fue raro jugar y dar la vuelta olímpica en el Bernabéu?
-Todos queríamos jugar en casa como merecíamos, pero ya está: se jugó en el Bernabéu y lo tomamos de la manera más normal posible. Fue raro pero era lo que había que hacer. -Con tus goles en estas finales contra Boca da la sensación de que ya devolviste todo lo que pagaron por vos. ¿Creés que ya no se hablará más de eso?
-No me molesta que se hable. Si quieren seguir hablando, que sigan. El tema es mantenerse externo a todo eso y siempre trabajar para mejorar. Sé que tengo el respaldo de la persona más importante del club, que es el presidente (Rodolfo D'Onofrio) y también del cuerpo técnico y de los jugadores.
-Los de Funes en el '86, los de Crespo en el '96, el de Alario en 2015 y los de Pratto en 2018. ¿Sos conciente de que tus goles en las finales quedarán grabados para la eternidad? ¿Qué te genera?
-Me da una alegría enorme poder inscribir mi apellido en la historia de River y que se me pueda recordar como a esos goleadores que hicieron tantos muy importantes para la historia del club.
-¿Con cuál gol te quedás: el de la Bombonera o el del Bernabéu?
-Los dos goles fueron importantes, en momentos difíciles, en los que el equipo estaba perdiendo. Pero al del Bernabéu lo hace más especial el hecho de que no creo que vuelva a jugar en ese estadio (risas).
-¿A qué de debió ese festejo (como si estuviera posando, con la frente en alto y los brazos cruzados)?
-Mi hija se fijaba en eso y hace varios partidos me venía pidiendo que festejara así. Me venía olvidando y justo me acordé.
-¿Caíste ya en lo que lograron?
-De a poco vamos cayendo, pero creo que nos daremos cuenta con el paso del tiempo y podremos decir que conseguimos la victoria más importante en la historia de River. Lo que pasó es histórico. Y sólo lo puede igualar si se da otra final de Copa Libertadores entre River y Boca. Pero ésta igual va a ser única porque se definió en el Bernabéu y no creo que vuelva pasar que se defina en este estadio. -¿Cambió la mano contra Boca? ¿Ahora la paternidad es de River? -La historia es muy pareja en los clásicos y durante estos últimos años River está dándole alegrías a su hinchada, ganándole seguido y en partidos importantes al eterno rival.
-¿Te hizo penal Andrada?
-Sí, y se lo dije a Cunha. Pero también sé que es muy difícil dirigir un partido así. Considero que es un gran árbitro y que tuvo errores y aciertos como tienen todos. Creo que llevó bien el partido, pero esa jugada era penal. -Ya conseguiste lo que querías en el fútbol. ¿Cómo se sigue?
-Ahora nos quedan dos partidos para intentar ganar el Mundial de Clubes. Recién vamos a poder relajarnos cuando llegue Navidad. La historia de River nos obliga a ir por más. Siempre. Gané la Copa Libertadores, esa que siempre quise ganar, pero ahora quiero más y deseo ganar el Mundial de Clubes. ■