Clarín

Un asesor clave del Papa fue hallado culpable en una causa por pedofilia

Fallo judicial en Australia Es el cardenal George Pell, jefe de Economía y número 3 del Vaticano. El pontífice lo apartó del cargo. Lo mismo hizo con el chileno Errázuriz por otro caso de pedofilia.

- CLARIN AP, AFP Y

Era arzobispo de Sydney y Bergoglio lo ascendió a un cargo de asesor económico en El Vaticano. Un tribunal australian­o lo condenó por violación de dos monaguillo­s. Y dará a conocer la pena cuando concluyan las apelacione­s. El Papa Francisco se vio obligado a desplazarl­o.

El cardenal George Pell, aún prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, fue declarado culpable de abusar sexualment­e de dos monaguillo­s en los años ‘90, según informaron medios australian­os al dar cuenta de un fallo unánime del tribunal de Melbourne a cargo del caso. Se trata de la condena al más alto cargo de la Iglesia por un delito de pederastía.

En la mañana de ayer miércoles y antes de conocerse la noticia del juicio, el Papa apartó de su círculo de consejeros más próximos a Pell y al chileno Francisco Javier Errázuriz, antiguo titular de la Conferenci­a Episcopal de Chile, sospechoso de haber ocultado los actos de un cura pederasta en ese país, un caso que escandaliz­a a la sociedad trasandina.

Otro cardenal, el congoleño Laurent Monsengwo, también abandonará el consejo, llamado “C9” por el número de sus integrante­s. Se trata de una figura de la Iglesia Católica africana, que tuvo un papel político importante en la República Democrátic­a del Congo, donde acaba de ceder su puesto de arzobispo de Kinshasa a los 79 años.

Los dos altos responsabl­es eclesiásti­cos cesados, Pell y Errázuriz, formaban parte del C9, un consejo de nueve cardenales de todos los continente­s que asesora al papa Francisco en la reforma de la administra­ción de la Santa Sede. Este consejo, que empezó teniendo ocho miembros, fue creado en marzo de 2013, exactament­e un mes después de la elección del pontífice argentino para reformar con sus sugerencia­s la administra­ción central de la Iglesia, criticada por su opacidad y sus escándalos.

En octubre el Papa había escrito a los cardenales que abandonara­n el C9 para darles las gracias por “el trabajo conseguido durante cinco años”, indicó ayer el director de la sala de prensa de Vaticano, Greg Burke. De momento no está previsto nombrar a nuevos miembros, añadió. El Papa había apartado temporalme­nte a Pell durante un período de 18 meses para que pueda defenderse ante la justicia australian­a. Hasta ahora no ha vuelto a Roma.

El juicio a Pell vino precedido de una fuerte polémica en Australia, toda vez que se declaró la prohibició­n judicial de publicar cualquier informació­n relativa al caso. Sin embargo, después de tres días de deliberaci­ones, varios medios australian­os informaron ayer que Pell había sido ha- llado culpable de todos los cargos. La decisión fue por unanimidad.

Pell fue condenado por abusos sexuales contra dos monaguillo­s durante un viaje en los ‘90, cuando era obispo en Ballarat. El prelado siempre ha negado las acusacione­s, y su abogado, Robert Richter, señaló en 2017 que había pruebas “voluminosa­s” para demostrar que “lo que se alegó es imposible”.

“Todo el tiempo he sido completame­nte claro en mi total rechazo de estas acusacione­s”, dijo Pell el año pasado. “La noticia de estos cargos fortalece mi resolución y los procedimie­ntos judiciales ahora me ofrecen la oportunida­d de limpiar mi nombre y luego regresar a Roma para trabajar”.

Aún no se conoce el contenido de la sentencia ni la condena que habrá de cumplir el cardenal, quien segurament­e apelará la sentencia. Durante el caso, el purpurado ha residido en una casa de la diócesis, aunque la Iglesia australian­a ha señalado que Pell abonaba de su bolsillo todos los gastos de su defensa.

Hasta el inicio del juicio, Pell, de 77 años, seguía oficialmen­te a la cabeza del secretaria­do de Economía creado por el Papa para poner orden a las finanzas de la Santa Sede. El mandato de cinco años terminaba en principio a finales de febrero, pero Francisco decidió apartar al cardenal ayer. En Australia, Pell fue arzobispo de Melbourne y de Sidney.

Para respetar la presunción de inocencia, el Papa no quiso hasta ahora, como le pedían algunos consejeros, nombrar a un nuevo responsabl­e de finanzas, aunque según dijo esta semana un alto responsabl­e de la curia

Hasta el juicio, Pell seguía oficialmen­te a la cabeza de la Secretaría de Economía vaticana.

(el gobierno del Vaticano) los gastos de la Santa Sede están aumentado de manera “inaceptabl­e”.

El cardenal chileno Errázuriz también perdió su lugar en el seno del C9. En Chile está acusado por víctimas de abusos sexuales de haber protegido a un cura pederasta, Fernando Karadima, expulsado del sacerdocio hace poco. Otro prelado, el obispo de Osorno Juan Osorio, también fue incluido entre los denunciado­s por pederastía en Chile. Inicialmen­te, el Papa tuvo acceso a las denuncias de las víctimas, pero las desechó. Algunos observador­es apuntan que Errázuriz aconsejó mal a Francisco, incitándol­e a respaldar a ambos sacerdotes, una defensa que complicó mucho el viaje papal a Chile en enero de 2018.

Luego de que Francisco advirtiera sus errores y se disculpara, convocó a los presidente­s de todas las conferenci­as de obispos del mundo a una reunión de tres días en Roma, a realizarse en febrero, para discutir cómo proteger a los jóvenes de los pedófilos. La cumbre ha cobrado gran importanci­a debido al brote de escándalos en EE.UU. Errázuriz, quien se retiró del arzobispad­o de Santiago en 2010, fue enjuiciado en una corte civil de Chile por encubrir a Karadima, expulsado del sacerdocio hace poco.

Los escándalos de abuso sexual en cascada han sumido a la Iglesia Católica en una crisis sin precedente­s. “La ‘omertá’ (ley del silencio) fue nuestra cultura durante mucho tiempo. La reunión de febrero debe marcar un nuevo comienzo sobre la responsabi­lidad de los obispos, e inclusive sobre un nuevo instrument­o de control”, comentó un vocero vaticano.

 ?? AFP ?? Juicio. El cardenal George Pell arriba a la sede del Tribunal que lo juzgó y condenó en Melbourne, Australia. Es la mayor autoridad de la Iglesia en ser condenada por pedofilia.
AFP Juicio. El cardenal George Pell arriba a la sede del Tribunal que lo juzgó y condenó en Melbourne, Australia. Es la mayor autoridad de la Iglesia en ser condenada por pedofilia.

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