Macri apura un proyecto clave en el Senado para esquivar el veto de Carrió
Es el de financiamiento político, que la líder de la Coalición Cívica había logrado trabar en la Cámara baja.
Los agoreros de siempre dicen que la próxima guerra mundial será por el agua. Pero en la política local hay profecías más fáciles de comprobar: la próxima batalla de Elisa Carrió con Mauricio Macri será por la ley de financiamiento de las campañas electorales.
La edición del Boletín Oficial de ayer anticipa el choque. Allí figura el decreto mediante el que el Presidente decidió enmendar su llamado a las sesiones extraordinarias del Congreso: no sólo extiende su vigencia hasta el 28 de diciembre, sino que habilita al Senado a tratar el proyecto que la diva de la Coalición Cívica rechaza y cuyo tratamiento en la Cámara baja había conseguido frenar.
El eje de la discordia son los aportes empresarios a la política, que el Gobierno busca restablecer y Carrió intenta mantener vedados. "Voy a votar en contra del aporte a las empresas a los partidos políticos, de acuerdo a la doctrina histórica de la CCARI, porque esto es lo que permite mantener la independencia para defender al pueblo", sostuvo la diputada en Twitter, pero el mensaje quedó en ese momento opacado por su flamígera ofensiva contra el protocolo de seguridad de Patricia Bullrich.
Por ingenuidad o error de cálculo, Macri envió -o le hicieron enviar- un primer listado de 40 temas a tratar en diciembre en el Congreso, donde figuraba el proyecto de financiamiento político que había sido presentado por el Poder Ejecutivo en Diputados, donde la voz de Carrió es capaz de armar o desarmar los debates.
Como esa iniciativa no pudo avanzar, ahora sumó al temario de extraordinarias el dictamen sobre el mismo tema que habían acordado Cambiemos y el PJ de Miguel Pichetto en el Senado. Aunque este martes los jefes de bloque de esa cámara habían dispuesto darle media sanción el próximo miércoles, debían esperar que un decreto presidencial habilitara el tratamiento en el período extra de sesiones.
Se trata del decreto 1122/2018, que en principio estaba reservado a ampliar el período para que se pudiera sancionar la ley antibarras. Y se sumó de yapa la polémica cuestión de los fondos políticos.
Fuentes oficiales le admitieron a Clarín que el Gobierno trianguló una negociación con Pichetto y Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, para asfaltar el camino hacia la votación. La intención del macrismo es que Diputados le termine de dar sanción en febrero (si hay otra cita a extraordinarias) o en las ordinarias de marzo, para que el nuevo sistema tengan en vigencia en el próximo proceso electoral.
Para lograrlo, deberá descontar en Diputados los diez votos que responden a Lilita Carrió, más los de todo el kirchnerismo y la izquierda, que también rechazan el proyecto..
Se dice que el Gobierno quiere apurar la ley para "blanquear" las irregularidades que les atribuye la Justicia Electoral en la recaudación de fondos electorales, como sucede también con casi todas las otras fuerzas.
En el proyecto que votará el Senado, impulsado por el jefe del bloque radical, Angel Rozas, se establece la bancarización de todos los aportes y se incorpora el de las empresas, tal como en el del Ejecutivo. La diferencia se da en los topes: el del Gobierno dispone que sólo el 2% de los gastos de campaña podrían ser financiados por una sola persona o empresa, mientras que el del Senado estira el techo a un 5%. Igual es bastante menor del que proponía Pichetto en un proyecto de su autoría, que lo elevaba hasta un 15 por ciento.
Fuentes de la Rosada confían en que un acuerdo de último momento permita que los senadores modifiquen el dictamen y bajen el tope al 2 por ciento. Creen que así ampliarán la base de apoyo: si no suman a Carrió, al menos amortiguarán la protesta de algunos díscolos de la UCR.
La socia de Macri volvió ayer a mostrar sus uñas y mandó a su tropa a denunciar por narco al juez federal santiagueño designado por el Senado a propuesta del Ejecutivo. ■