Problemas para Trump: condenan a tres años de cárcel a su ex abogado
Michael Cohen recibió la pena por 9 delitos, entre ellos mentirle al Congreso para proteger al presidente.
Michael Cohen, ex abogado y hombre de confianza de Donald Trump, fue condenado ayer a tres años de prisión por varios delitos, entre ellos haber mentido al Congreso por un su- puesto negocio del magnate en Moscú y por haber hecho pagos a dos mujeres durante la campaña de 2016 para que no hablaran sobre la relación que alegaban haber tenido con Trump.
Es una sentencia que tiene un fuerte impacto porque Cohen pertenecía al círculo íntimo del presidente y es el castigo más severo que se ha impuesto por la investigación que lidera el fiscal especial Robert Mueller sobre el Rusiagate, o la injerencia de Moscú en la campaña electoral de 2016 que llevó al magnate a la Casa Blanca. Trump lo calificó ayer de “mentiroso”.
Cohen, el hombre de 52 años que una vez había dicho que estaba dispuesto a recibir “una bala” por Trump, esta vez afirmó entre lágrimas ante el tribunal: “Me hago responsable de todos los actos por los que me declaré culpable: los personales y los que involucran al presidente de los Estados Unidos de América”. La Corte Federal del Segundo Distrito de Manhattan –el mismo escenario en el que Argentina tuvo su litigio con los fondos buitre— sentenció a Cohen luego de que éste se declarara culpable recientemente de 9 delitos que incluía violaciones a la financiación de campaña, relacionados con pagos que él arreglo para silenciar a una actriz porno y a una co- nejita de Playboy que alegaban que habían sido amantes de Trump. No dejar asentados estos desembolsos en los libros de finanzas de campaña es un delito federal.
La sentencia es un fuerte golpe para el presidente porque Cohen era más que un abogado que trabajó 12 años en el imperio Trump: era considerado un “fixer”, una persona que le resolvía todos los problemas al magnate y a sus empresas. El hombre que sabe todos los secretos ahora coloca al presidente en peligro legal y político porque seguirá colaborando con la justicia y puede contar aún mucho más, especialmente sobre el Rusiagate. Cohen se declaró culpable en agosto de 8 delitos, que incluían varios sobre fraude impositivo y violaciones al financiamiento de campaña. También se declaró culpable el mes pasado de haber mentido al Congreso cuando fue a declarar sobre la investigación de Mueller y admitió que había hecho gestiones con funcionarios rusos para la construcción de una torre Trump en Moscú durante la campaña electoral. El edificio nunca se hizo, aunque reportes de prensa señalaron que se le había ofrecido el penthouse -valuado en 50 millones de dólares- al mismísimo presidente Vladimir Putin.
En su declaración ante la Corte, donde estaba presente su mujer, su hija y su hijo, Cohen rompió a llorar y dijo que había tenido una “lealtad ciega” a su ex jefe que lo llevó “a elegir el camino de la oscuridad por sobre el de la luz”. Conmocionado, se justificó: “Sentía que era mi deber ocultar sus andanzas”.
“Hoy es el día en que estoy recuperando mi libertad”, dijo. “He estado viviendo en un encarcelamiento personal y mental desde el día en que acepté la oferta de trabajar para un magnate de bienes raíces cuya visión para los negocios admiré profundamente”, agregó.
Cohen contó a los fiscales que los pagos por un total de 280.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels y la ex modelo de Playboy Karen McDougal se hicieron “en coordinación y bajo la dirección” de Trump. Ambas mujeres dijeron que habían tenido encuentros sexuales con Trump antes de que fuera el candidato republicano a la presidencia y los fiscales han calificado los pagos como contribuciones ilegales de campaña destinadas a influir en la elección. “Cohen engañó al electorado al ocultar supuestos hechos que creía que tendrían un efecto sustancial en la votación”, dijeron los fiscales. Trump intentó esta semana minimizar la importancia de los pagos diciendo que eran una “simple transacción privada” y que eran “erróneamente” llamados contribuciones de campaña. Pero el tema continúa bajo investigación. Antes de leer la sentencia, el juez William Pauley subrayó que, como abogado, Cohen debería haber sido consciente de lo que hacía. ■