En el Gobierno descontaban un peor escenario, aunque igual acusan el impacto
En la Rosada esperan que en 2019, con menos inflación, mejore el poder adquisitivo de los sectores rezagados.
Mauricio Macri lo descontaba, incluso lo había adelantado en público, aunque el número y la tendencia causan impacto en el inicio de la campaña electoral. La crisis cambiaria con inflación y recesión provocó un marcado aumento de la pobreza que reflejó el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, un adelanto de la medición oficial del INDEC que se conocerá en marzo. El Presidente había pedido que se juzgara su gestión por este indicador, y los funcionarios no transmiten buenas perspectivas para lo que resta del mandato. La postura desde hace unas semanas es evitar pronósticos, aunque más allá de eso la Casa Rosada ya se resigna a que no podrá exhibir cifras positivas.
A diferencia del INDEC que mide por semestres, los datos de la UCA corresponden al tercer trimestre de este año, para el Gobierno, la etapa de mayor pérdida de poder adquisitivo de los salarios por el salto de la inflación y la caída de ingresos.
“Ahí está todo el impacto de la devaluación, con traslado a precios y sin aumento de sueldos, más todo el componente de los sectores informa- les”, dijo a Clarín un alto funcionario. En el Gobierno cuestionan la medición del Observatorio Social -lo consideraron “sesgado”-, aunque quedarán en el ámbito privado: “La de fondo se hace por semestre y el INDEC releva más hogares, pero nosotros nunca puteamos a la UCA”.
En esta oportunidad, la UCA adelantó la nueva medición en la previa a funcionarios del Gobierno. Más allá de esquivar los pronósticos, en la Casa Rosada insistieron en que en los próximos meses habrá una baja de la inflación y que los salarios recuperarán parte de la pérdida con las revisiones o las nuevas paritarias. Y que en marzo comenzará a notarse una mejora en la actividad económica.
La suba de la pobreza no motivará, por el momento, medidas de asistencia adicionales a las ya previstas ni el uso de la “salvaguarda” contemplada en el acuerdo con el FMI, una partida de fondos adicionales en caso de que empeoren los indicadores sociales, como está sucediendo.
“En principio no, ya venimos laburando. Eso es una foto (el informe de la UCA) y nosotros ya reaccionamos frente a esa realidad”, dijo un funcionario del ministerio dirigido por Carolina Stanley. “Siempre está disponible esa opción, pero la inversión social está contemplada en el Presupuesto, que en un 60% corresponde a prestaciones de la ANSeS”, coincidieron en ese organismo conducido por Emilio Basavilbaso.
Macri había anunciado en septiembre dos bonos -uno de $ 1.200 ese mes y otro de $ 1.500 en diciembre- para los beneficiarios de la AUH, el día que el INDEC difundió que en el primer semestre de este año la pobreza aumentó a 27,3% y la indigencia a 4,9%. Esa medición incluyó el primer trimestre todavía con crecimiento y otros tres meses ya con crisis. “Los indicadores de marzo y septiembre también van a mostrar retrocesos”, dijo en ese momento el Presidente, que enumeró el aumento de los programas sociales, los créditos Argenta, Precios Cuidados y Mercado en tu Barrio, entre otras medidas.
María Eugenia Vidal reforzó en la provincia de Buenos Aires la ayuda a sectores vulnerables y el reparto de alimentos en los comedores. Para contener un mayor aumento de la pobreza ya que nadie se anima transmitir la expectativa de una baja.
“Si cuando finalice mi gestión no bajó la pobreza, habré fracasado”, había fijado Macri la prioridad de evaluación de su gobierno. “Es una situación adversa que no vamos a negar. Nunca dejó de ser el objetivo pero sabíamos que medida por ingresos, en este contexto económico, la pobreza iba a aumentar”, explicó un ministro.
“Trabajamos con medidas estructurales a mediano y largo plazo que harán que cuando baje sea más significativo”, afirmaron en la Rosada. Enumeraron programas de primera infancia, educación, instalación de cloacas, integración urbana, capacitaciones de trabajo y mayor presencia con el Estado en tu barrio, entre otras. Aun así la consigna Pobreza cero quedará como un aspiracional fallido de las promesas de 2015. ■