La cúpula de la Iglesia recibió un severo diagnóstico económico y social
Fue el resultado de varias reuniones entre dirigentes sindicales, sociales, empresariales y de la propia Iglesia.
La Iglesia recibió este jueves de manos de dirigentes empresariales, sindicales y movimientos sociales un extenso documento con un severo diagnóstico de la situación económica y social del país, que califican de “grave” y en el que demandan un “cambio de dirección” que pase por “un modelo basado en la industria nacional, la producción y el empleo”.
El documento, de once carillas titulado “Una patria fundada en el tra- bajo y la solidaridad”, fue el resultado de varias semanas de debate del que participó la Unión Industrial Argentina (UIA), la única organización que finalmente decidió no firmarlo, aunque si seguir formando parte de la instancia de diálogo multisectorial, que no quiere que se politice.
El texto fue recibido en la sede del Episcopado por su presidente, el obispo Oscar Ojea, y el titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones. Previamente, la Iglesia había aclarado que no participó de su redacción ni lo iba a firmar porque su papel es ser solo un lugar de encuentro de todos los sectores y no le corresponde suscribir un pronunciamiento sectorial.
No obstante, dirigentes que participaron del encuentro indicaron a Clarín que en la Iglesia ya conocían el contenido del documento, porque participaron -Ojea y Lugones- de tres reuniones previas, una de las cuales se llevó a cabo en la UIA.
Tras la cita, el Episcopado precisó que “este documento quiere ser una contribución para concientizar sobre la grave situación social que hoy vive nuestro país”. Agregó que Ojea “valoró la iniciativa” y “se compro- metió a trasladar estas inquietudes a los espacios comunes de encuentro y trabajo” como parte de la actitud de la Iglesia de promover un diálogo que arrime soluciones.
Del encuentro participaron Guillermo Moretti, por la UIA; Héctor Daer, por la CGT, además de dirigentes de las dos CTA, del Frente Sindical para el Modelo Nacional que lideran Hugo Moyano (camioneros), Sergio Palazzo (bancarios) y Ricardo Pignanelli (mecánicos): de ATE, y de movimientos sociales como Barrios de Pie, el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, además del cooperativismo y el mutualismo.
En el documento se pide “repensar el modelo de nación” para “superar este momento de angustia que padece el pueblo argentino”. En particular, se critica la supremacía financiera de la economía porque “el dinero al servicio del dinero no genera otra cosa que pobreza y desigualdad”.
Se advierte, además, sobre “el endeudamiento desproporcionado, las altas tasas, el aumento indiscriminado de tarifas y la apertura de im- portaciones”. A la vez que se señala el aumento de la desocupación, “en gran medida por el ahogo de la industria nacional, en especial las pymes y las economías regionales”.
También se pide “subordinar la economía a la política”, rechazar “los procesos de concentración económica”, “defender la industria nacional”, “atender la problemática de los jubilados” “fortalecer el presupuesto en educación” y suspender por un lapso de tiempo los desalojos”.
“En estos últimos tiempos –se afirma- observamos un incremento de las demandas de los sectores más vulnerables, especialmente vinculadas a la satisfacción de necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la salud, el acceso a la educación y el trabajo, entre otros factores que coadyuvan a la dignidad”.
Y destaca que “en nuestro país hay personas, muchas de ellas niños y niñas, que sufren hambre con las dramáticas consecuencias que ello conlleva. Vemos así con dolor cómo se hipoteca el futuro de nuestra patria”.
Finalmente, agradecen a la Iglesia “haber propiciado el espacio de encuentro entre los diversos sectores”, para que “este camino entre todos los sectores con responsabilidad institucional o social nos lleve a ofrecer soluciones a quienes más lo necesitan y a generar un ámbito para la construcción de la paz social”. ■
El documento pide “repensar el modelo de nación” y critica el “endeudamiento”