Gianfranco Macri declaró ante Bonadio que “nunca en mi vida pagué una coima”
El empresario presentó un escrito al juez en el que dijo que no tomó decisiones dentro de Autopias del Sol.
Gianfranco Macri se presentó ayer ante la Justicia federal para defenderse en una derivación de la causa de los cuadernos de las coimas. El juez Claudio Bonadio lo citó bajo la sospecha de que las firmas del grupo Socma con participación en dos concesiones viales podrían haber pagado sobornos a ex funcionarios kirchneristas en el período 2003-2007. Temprano, llegó a los Tribunales de Retiro. Con tono calmo pero incómodo por enfrentar la indagatoria, hizo una breve explicación y ante los secretarios del juzgado de Bonadio, presentó un escrito de 11 páginas al que accedió Clarín. Pidió ser sobreseído, explicó el funcionamiento de las empresas familiares y se desligó de cualquier toma de decisión en las mismas.
La investigación se centra en los contratos que entre 2003 y 2007 tuvieron dos compañías que han sido titulares de la concesión de autovías: la empresa Autopistas del Sol S.A. y de la operatoria de la empresa Grupo Concesionario del Oeste S.A.
Por ello, en esta derivación de la causa de los cuadernos de las coimas que investiga a todos los empresarios involucrados en seis corredores viales, el juez Bonadio llamó a declarar también al padre y al hermano del Presidente Mauricio Macri."Soy accionista de Socma, sociedad fundada por mi padre Franco Macri hace varias décadas y comandada por él hasta su retiro en el año 2009. Hasta ese entonces, yo desarrollé la mayor parte de mis actividades empresariales y laborales fuera del ámbito de Socma y sus empresas", explicó en su escrito Gianfranco. Acto seguido, al negar las acusaciones, afirmó: "En lo que aquí interesa, nunca estuve vinculado ni como accionista, direc- tor, funcionario y/o de cualquier otra forma al Acceso Norte y Ausol". Gianfranco Macri explicó la conformación accionaria de Ausol. Según sostuvo, "hubo un primer período que va desde la constitución de la firma hasta el 1 de junio del año 2001, durante el cual Sideco -otra firma de la familiafue uno de los accionistas, y como tal, participaba en la administración de sus negocios a través de la designación de parte de los miembros de su Directorio y en la conformación de su voluntad social a través de su participación en las 3 asambleas de accionistas". En una segunda etapa, que inició el 1 de junio de 2001, Sideco se desprendió de su paquete accionario: vendió a la firma Aurea Concesiones el 23.33% de las acciones. Después, colocó la porción accionaria restante (10%) en un fideicomiso. Esta última acción respondió a una cláusula del contrato con el Estado "que imponía para todos los accionistas la obligación de transferir de manera irrevocable el dominio de ese porcentaje de acciones de cada uno con la finalidad de cotizar el 30% de las acciones de la sociedad en el mercado bursátil". Así, se defendió diciendo que a partir de junio de 2001 "Sideco no tuvo entonces injerencia en la administración ni en las decisiones sociales de Ausol. Tanto es así que no designó directores y no asistió siquiera a ninguna de las asambleas de accionistas". Asimismo, indicó que las acciones ya no pertenecían a Sideco sino "al banco fiduciario". Fue en 2004 cuando hubo una reducción de la porción accionaria incluida en ese fideicomiso: "Luego de una reforma estatutaria aprobada por los accionistas extranjeros de Ausol, en la cual Sideco no participó, esa porción se redujo de un 10% a un 7% de acciones de tipo Clase E, con derecho únicamente a 1 voto por acción, porcentaje total representativo de aproximadamente sólo el 2,37% de la voluntad social", señala escrito. Indicó que a partir de 2001, "es decir, mucho tiempo antes del inicio temporal de los hechos que son objeto de la imputación en esta causa (2003 a 2007), la firma Sideco ya no participaba ni en la conducción de los negocios de Ausol, ni en la operatoria de esa compañía". ■