El PJ apura el armado con los K, pero no les cierra la puerta a los gobernadores
Llamó a un Congreso para sellar las alianzas el 22 de febrero. Piden un acuerdo amplio que incluya a Cristina.
-Ninguno podrá decir que no lo invitamos.
Rubén Marín, ex gobernador de La Pampa, un veterano que surfeó varios ismos del PJ, evitó enumerar con quiénes habló cuando desplegó el sigiloso oficio de convidar a los jefes territoriales con el menú de la unidad.
Prefirió no enumerar a quiénes no lo atendieron, contó que fueron charlas amables y avisó que no hay que esperar mucho de los gobernadores hasta que cada uno resuelva sus cuitas domésticas.
Marín fue delegado por el PJ que preside José Luis Gioja para invitar a los jefes de distrito a sumarse a la Co- misión de Acción Política (CAP) que opera en la calle Matheu. Ayer, en la reunión del Consejo, Marín dio su informe: "Hay que esperar, seguimos hablando", simplificó y, portador de datos, aseguró que tampoco habrá cumbre de gobernadores del PJ Federal en Costa Salguero.
Las gestiones de Marín eran determinantes en lo político y en lo logístico: el PJ convocó para el 22 de febrero el Congreso que reúne a emisarios de todas las provincias y donde se bosquejará el sistema de alianzas de 2019.
En esa fecha -que puede modificarse-, el PJ oficial repetirá un trámite formal: delegará al Consejo el esquema de frentes electorales que usará el año que viene y que se cristalizará recién en junio.
Sobre ese punto no hay certezas pero tampoco hay dudas. María Emilia Soria, diputada de Rio Negro, cuyo hermano Martín rankea en la pelea por la Gobernación, anunció que usarán el sello Frente para la Victoria.
El tema de la marca es difuso. Hay voces que piden cambiarla, pero eso no altera el perfil político. Dato: la semana pasada, Gioja se vio con Cristina Kirchner, a quien Felipe Solá invitó al PJ: "Cristina también tiene que venir a discutir".
Al margen de los oficios de Marín, la senadora tiene un gestor casi invisible con los otros peronismos: es Eduardo "Wado" De Pedro, que tejió el acuerdo por el Consejo de la Magistratura y opera como interlocutor y garante.
"Wado" notificó a los referentes K de las provincias que no guerreen con los gobernadores PJ ni invoquen a Cristina en peleas de entrecasa co- mo la de José Alperovich contra Juan Manzur en Tucumán.
Esa baja belicosidad la replica, con modos mansos, Gioja. "Las puertas están abiertas para todos, salvo que vengan con la camiseta amarilla de Macri". Menos diplomático es Hugo Moyano: "Invitamos a todos pero el que no quiere venir que no venga", dijo a Clarín.
Guillermo Moreno potenció el concepto de unidad amplia: pidió convocar al nacionalismo y a los sectores religiosos, católicos y evangélicos, que "dejaron de votarnos en 2013" con el giro progre que le inoculó Cristina al FpV.
En el PJ presumen que tarde o temprano el club "alternativo" hará agua -alguno celebró el desinfle de la cumbre de Salguero- y los gobernadores se integrarán al dispositivo que tiene epicentro en Matheu y se nutre del Instituto Patria.
Con esa tesis, adormecen el fantasma de un entrevero judicial como el que protagonizó Luis Barrionuevo. Como contó Clarín, en el PJ Federal evalúan "pelear" el control del sello partidario.
En la CAP repiten un relato: como el grueso del scrum gremial -se sumó Hugo Yasky- se alineó en el PJ Matheu, lo mismo harán los gobernadores. Lo augura Agustín Rossi, que el sábado abre la temporada de lanzamiento en Rosario.
A la cumbre asistieron Verónica Magario, Fernando Gray, Gustavo Menéndez y Fernando Espinoza, los gobernadores Gildo Insfrán y Alberto Rodríguez Saá, Ginés González García, Fernando "Chino" Navarro, Julián Domínguez, Silvina Batakis y, entre otros, Victoria Tolosa Paz. ■