Huracán y Argentinos se quedaron clavados en cero
El equipo de Alfaro sólo le descontó un punto al líder Racing. Los de La Paternal despidieron el año últimos en la tabla.
Uno quiso, tuvo el control de la pelota pero finalmente no pudo. El otro se las ingenió con poquito para incomodar e inquietar con un par de envíos de media distancia. Bajo una persistente lluvia (cayó un tercio del promedio histórico de diciembre) el empate sin goles castigó a ambos por igual. A Huracán, porque quería ganar para cerrar el año en el podio y acortar la diferencia con el líder Racing. También a Argentinos Juniors, que necesitaba sumar los tres puntos para engrosar su bajo promedio y escapar del último puesto.
Huracán fue protagonista por su buen manejo de la pelota y expuso la debilidad de un rival al que le costó muchísimo acomodarse. Supo explotar la franja izquierda de la defensa rival, a espaldas de Ybañez, y en cada chance estuvo cerca de convertir.
Al minuto, una secuencia de tres actos con Gamba y Lanzillotta como intérpretes. Sendos remates del delantero local, el primero de tiro libre con una formidable rosca de derecha y los otros con envíos punzantes desde el corner. El arquero se lució al abortarlos: despejó dos veces con mano cambiada por arriba del travesaño y en la otra rechazó con los puños.
Siempre Huracán yendo al frente. Probó Auzqui, de media distancia, y Lanzillotta mostró nuevamente sus reflejos con su manotazo salvador. Al toque, el cabezazo de Israel Damonte pasó muy cerca del palo izquierdo.
Argentinos fue pura imprecisión. Con un esquema táctico innovador (3-4-3) pero que no le aportó dividendos. Se mostró errático e improductivo en el ataque, más allá del anticipo de Marcos Díaz sobre Batallini, tras el pase cruzado de Alexis Mac Allister y un derechazo de éste últi- mo que controló abajo Díaz.
Una prueba de su confusión, que llamó la atención fue una jugada favorable al promediar la primera parte que desperdició insólitamente: tiro libre en la zona media, dejó correr la pelota Mac Allister cuando debía ejecutar el remate y Gastón Bojanich la tomó indebidamente para reacomodarla. El árbitro Silvio Trucco, como correspondía, sancionó la mano.
Con intermitencias en el juego, las emociones igualmente sobrevolaron las áreas en la segunda etapa. Fue inmejorable la chance que se le presentó a Auzqui, como epílogo del amago y la cesión cruzada de Gamba, pero su remate se fue alto. Un charco de agua le jugó una mala pasada a Díaz en la salida, la pelota le quedó a Batallini quien sacó un envío cruzado al corazón del área y ahí el arquero se repuso con un manotazo salvador para frustrar el remate de Alexis Mac Allister. Dos veces lo tuvo también Argentinos, con fortísimos remates de media distancia: el de Montero se fue por arriba y el de Sandoval acabó estrellándose en el palo derecho. ■