May fue a Bruselas en un último esfuerzo para salvar el Brexit
Bruselas y Londres hacen los últimos esfuerzos para impedir que el Reino Unido salga de la Unión Europea sin acuerdos que provoque un destrozo histórico en la economía británica y un duro golpe en la europea a 50 días de la fecha del Brexit. La primera ministra Theresa May volvió ayer a Bru- selas. Busca cambiar la parte del acuerdo de salida que plantea un mecanismo para evitar que se deba levantar de nuevo una frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte. Ese mecanismo hace que el Reino Unido deba permanecer en la unión aduanera europea hasta que se firme un futuro acuerdo comercial.
La mayoría del Partido Conservador de May considera que es una trampa europea para mantener al Reino Unido indefinidamente amarrado al continente en política comercial. Europa alega que lo hace para no poner en riesgo los acuerdos de paz que acabaron con el terrorismo en Irlanda del Norte y para proteger la integridad del mercado interno euro- peo. May dice que busca una de estas tres alternativas: un límite temporal a ese mecanismo para la frontera norirlandesa, que Londres pueda decidir unilateralmente cuándo se sale del mismo o que la tecnología (que no existe) haga los controles sin que haya una frontera física. Bruselas rechazó ya las dos primeras ideas porque no confía en los compromisos de los británicos y ridiculizó la tercera.
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker preparó el terreno desde el miércoles: “Mañana (por hoy jueves) tendré el placer de recibir a la primera ministra británica y ella sabe que la Comisión Europea no está dispuesta a reabrir el asunto. Es la posición común de la Comisión y de la Unión Europea a 27”.
May y Juncker firmaron en la mañana ayer un comunicado de prensa conjunto en el que se establece que el acuerdo no se cambiará, pero que los equipos negociadores seguirán reuniéndose en las próximas semanas para intentar un pacto sobre la declaración política que lo acompaña. No hay avances y un portavoz del Ejecutivo comunitario dijo que la conversación había sido “robusta pero constructiva”, un eufemismo diplomático para definir la falta de sintonía.
May pidió a Juncker renegociar el mecanismo para la frontera norirlandesa y el presidente de la Comisión Europea se negó tajantemente. ■