Progreso, el pueblo que ya extraña a su máximo emblema
¿Cómo siente un pueblo de 3500 habitantes que acaba de caer fehacientemente que su emblema - elegido por el cariño y el respeto general- fue encontrado en las profundidades del Canal de la Mancha? El dolor es obvio, palpable. Pero también hay algo de tranquilidad. La calma de saber que -en medio de la angustia- fue encontrado.
Todas las personas que consultó Clarín en el pueblo coincidieron en este sentimiento. “Estamos mal. Pero por lo menos podemos cerrar una etapa de incertidumbre que nos estaba demoliendo a nosotros como sociedad”, le dijo a Clarín Daniel Ribero presidente del club San Martín de Progreso.
“Dentro de toda la desesperación es -lo que se puede llamaruna tranquilidad , que el cuerpo está y no pensar que estaba tirado por ahí sin posibilidad de en- contrarlo. Empezará otra etapa, la que nos teníamos que convencer y no nos queríamos convencer. Dios dirá cómo termina”, graficó Julio Muller, presidente comunal.
El padre de Emiliano Sala, Horacio, ya no podía seguir con ese dolor, con todo el caudal de información -a distancia- distorsionado o concreto, falso o preciso. Se le acercaban vecinos, charlaban. Algunos lo llevaban a un bar del pueblo para intentar distraer a Horacio. No era posible. ¿O acaso qué padre podría en esta circunstancia?
“En el marco del dolor profundo y la incertidumbre, en los últimos días pedíamos que sea el cuerpo porque ya había pocas esperanzas de encontrarlo con vida si no lo encontraban iba a quedar algo sin cerrar”, comentó Ribero.
Las pancartas para que continúe la búsqueda, cuando se había decidido darla por terminada, aún están pegadas en las puertas del club. Algunas resistieron el sol y la lluvia. Ese fue el motor que reinició la búsqueda que hoy tiene este triste final. ■