Armani y Arias
Los arqueros palpitan el duelo River-Racing
La previa de un clásico decisivo por la Superliga
Franco Armani se sienta en una butaca de uno de los bancos de la cancha principal del predio de River en Ezeiza. Con la arboleda del horizonte y el ruido de los pájaros de fondo, se respira esa misma paz y tranquilidad que el arquero siente en una iglesia. Y aunque aquí en la Argentina aún no haya encontrado un templo cercano de su casa para ir como lo hacía en Colombia, el arquero reza en su hogar y en el arco, antes de cada partido. “El 2018 fue el año más exitoso de mi carrera. Todos los objetivos que me planteé al inicio de ese año se cumplieron. Y esas cosas se las pedí a Dios. Creo mucho en él”, le dice a Cla- rín el hombre de Casilda, que con 32 años grabó su nombre en el arco de River a pura atajada para quedar en la historia del club de Núñez.
-¿En tu carrera estuvo la mano de Dios?
-No puedo pensar que porque sienta que Dios está conmigo voy a pararme en el arco y a atajar todas las pelotas. Hay un esfuerzo que uno hace, entrenarse bien, ser profesional, es- tar concentrado, brindarle al equipo lo que necesita. Y sacrificarse para poder conseguir las cosas.
-¿Es un sueño estar en River para vos? Alguna vez dijiste que sos hincha del club...
-Sí, sí, lo dije y tomé la decisión de venir a River porque tenía ese sueño de poder atajar acá. Desde chico lo seguía, entonces era un sueño y es un sueño todavía estar acá. Y estoy muy contento de estar en esta institución. -Pero si imaginaste de chico que ibas a ser el arquero de River en una final de Copa Libertadores y se la iban a ganar a Boca mentís…
-(Risas) La verdad es que nunca me lo imaginé Somos bendecidos por haber jugado una final de Libertadores contra Boca en el Bernabéu y haberla ganado. Fue algo hermoso y lo disfruté el doble. Fue un logro importante. -¿La atajada a Benedetto en la Bombonera fue la atajada de la Copa? -Esa y la que le saqué a Gigliotti contra Independiente en Avellaneda. Para el que entiende de la posición de arquero es una jugada dificilísima. Estaba parado en el primer palo y tuve que tirarme al otro lado, un poco más del medio. Hay muchos que dicen que en esa jugada Gigliotti definió mal, que no fue virtud mía...Pero solo entendemos lo díficil que fue los que sabemos de la posición. -¿Cómo viviste la previa a la final y el durante?
-Fue estresante, con mucho desgaste. Pero gracias a Dios salió todo bien como lo planificamos y con el título. -Se rumoreó que estabas pensando
en irte porque tu familia la había pasado mal. ¿Fue cierto? -Nunca se me pasó por la cabeza irme de River. Estoy muy cómodo y muy feliz. Mi mujer también. Y ahora hay que seguir preparándose porque se vienen cosas importantes.
En lo inmediato se viene un clásico contra Racing. Y si bien hoy River está lejos del líder de la Superliga, para el arquero millonario no deja de ser “un partido importantísimo”. Ante un rival que padeció sus atajadas. -¿Vas a amargar otra vez a Coudet?
-Yo no pienso en amargarle la vida al Chacho, sino en que podamos ganarle a Racing. Uno trata de hacer su juego y de responder cuando tenga que responder. También dicen que me potencio cuando juego contra él pero no es así, a veces salen bien, otras mal. -Coudet pidió que apagaran el televisor en una conferencia de prensa porque iba a soñar con vos… -Sí, fue mientras estábamos jugando contra Independiente Santa Fe en Bogotá. Después me mandaron videos de esa conferencia. Y la verdad es que me reía, ¿cómo no me voy a reir? Pero yo no busco amargarle la vida a nadie. Doy lo mejor por mi equipo. -¿Hablaste con él después de esos partidos contra Racing?
-No, no hablé. Lo admiro porque hace jugar muy bien a sus equipos.
-En el 2-0 por el torneo local en Avellaneda tuviste cuatro atajadas espectaculares. ¿Ese día por más que te tiraran con una bazuca no te iban a meter un gol? -Sí, hubo algo de eso. Es que en las primeras pelotas respondí y estaba muy bien, con mucha confianza. En ese partido sentí que no me iban a meter un gol de ninguna manera. -¿Tenías una cuenta pendiente con los penales y la saldaste con Vélez?
-No sé si era una cuenta pendiente. Pero sí quería atajar un penal. Tenía esa bronca del Mundial de Clubes. Estuve cerca. Adiviné casi todos los penales y no pude atajar ninguno. En Colombia me caracterizaba por atajarlos. Gané varias finales por penales y saqué varios en las definiciones. Pero no se venía dando en River. Y contra Vélez me saqué la bronca. -¿A Licha López lo tenés estudiado?
-Es un buen pateador, sin dudas. Y como hago con todos los rivales, lo voy a estudiar. Pero la decisión final se tomo en la cancha en el momento. -Si le ganan a Racing pueden favorcer a Boca...
-No pensamos en eso. Queremos seguir ganando y tener un buen juego.
-Varios ex arqueros sostienen que sos actualmente el mejor arquero de Argentina. Hace poco lo dijo Angel Comizzo. ¿Qué te generó? -Orgullo. Que un gran arquero como fue Comizzo diga eso de mí es muy bueno. Pero no me siento el mejor arquero. Siento que siempre puedo ser mejor de lo que soy. -¿Cómo creés que te recordará el día de mañana el hincha de River?
-Aún me quedan años de contrato en River y espero conseguir más títulos. Y quedar en la historia. Aunque es cierto que ya quedamos en la historia al ganarle la final de la Copa Libertadores a Boca. Pero quiero más.