Lanús sigue en franca mejoría y Gimnasia sufre su irregularidad
Uno de los atractivos que tenía el juego entre Lanús y Gimnasia era el duelo entre los delanteros de área, José Sand y Santiago Silva. Ambos pasan con holgura los 180 centímetros, poseen características similares y los dos tienen 38 años. Pero el Pepe, que es ídolo en Lanús, tiene un equipo que lo respalda mucho mejor y entonces todo se le hace más fácil. El Tanque uruguayo padece el poco juego del Lobo y tendrá que sufrir con la tabla de los promedios hasta el final de la Superliga. Ganó Sand el duelo; ergo, se impuso Lanús 2-0.
Le costó hacer pie a Lanús, especialmente porque Quigñon estuvo errático y Belmonte desaparecido. Solo inquietó con las corridas de Marcelino Moreno. A Gimnasia se lo notó cómodo con el empate desde el inicio. Pero el juego se quebró por un insólito e inocente penal de Piovi a Acosta que Sand cambió por gol. De ahí en más, creció el local y se aflojó el Lobo. Di Plácido aprovechó un largo rebote de Arias para poner el 2-0.
En el segundo tiempo, Pedro Troglio buscó moviendo el banco, pero Gimnasia es un equipo desanimado. Apenas se puede rescatar la rebeldía de Maximiliano Comba. Ganó Lanús, que está de racha: acumula siete juegos sin perder, con cinco triunfos (cuatro consecutivos) y dos empates. Y algo aún mejor: se está reencontrando con el buen juego. ■