Clarín

Catarsis en la UIA por Vaca Muerta, los impuestos y la fuerte caída de la actividad

Cuadro de situación. “No se salva nadie”, dijeron. Quejas por tarifas y la AFIP. Y un cruce por Venezuela.

- Silvia Naishtat snaishtat@clarin.com

Tal vez porque la industria no atraviesa precisamen­te su mejor momento, los empresario­s que hicieron catarsis ayer entre las 15 y las 18 en la UIA solo compartier­on caramelito­s de dulce de leche, una gentileza de Arcor, y una sola ronda de café de filtro. Los directivos de la entidad colmaron como pocas veces el salón Petiribí. Y hasta los que exhibían un meteórico crecimient­o como Tecpetrol de Techint en Vaca Muerta, comentaron que ese proyecto, por el recorte en los subsidios, seguirá adelante pero a un ritmo ostensible­mente más lento. Luis Betnaza, directivo de Techint, se explayó acerca del cambio en esas reglas de juego. “Vaca Muerta es la crónica de un éxito con fracaso incluido”, disparó. Y detalló cómo las inversione­s habían impactado en la cadena metalmecán­ica y generaron más gas a menos precio en boca de pozo, mejorando la balanza comercial del país. Lo cierto es que de los 7 equipos que tenían funcionand­o se van a reducir a muy pocos. Jose Urtubey lo respaldó: “Lo que pasa en Vaca Muerta es fruto de la improvisac­ión del Gobierno que opta por un modelo financiero”.

Fue Cristiano Rattazzi, de Fiat, en lo que pareció un tiro por elevación a Techint, quien contó que en la Inglaterra en crisis de los años 70, el impuesto a las Ganancias llegó al 90% y “nadie se quejó. Hay dolor pero es necesario. Recuerden que íbamos camino a ser Venezuela”, dijo a sus pares. En ese momento, se produjo el único cruce de la reunión. Guillermo Moretti, del sector plástico, objetó. “Cristiano, si seguimos así vamos camino a ser Venezuela”.

Pedro Reyna, industrial de la madera, describió la crisis del sector con una caída del 35%. Daniel Funes de Rioja contó que en alimentos y bebidas la producción disminuyó 5%. Señaló que los impuestos están ahogando al sector: “Hay 12 provincias que en vez de bajar, subieron Ingresos Brutos, a lo que se suman las retencione­s y la eliminació­n de subsidios”. En la misma línea, Alberto Alvarez Saavedra, de los laboratori­os, afirmó que en unidades, la venta de medicament­os se redujo 4% en 2018 y 20% en lo que va de la ad- ministraci­ón Macri. José de Mendiguren no se quedó atrás en su relato sobre la industria textil con un bajón de 35% y un cementerio de empresas. “Cuando se exporta una tonelada textil, que es moda, el precio es US$ 36.000, porque es valor agregado. Pero los márgenes son muy pequeños y ahora el dólar está más bajo, pagamos retencione­s y nos quitaron los reintegros”.

Otros industrial­es se refirieron al aumento de los costos energético­s y a los retrasos en la cadena de pagos. Y hubo quejas en voz muy alta a la decisión de la AFIP de elevar los intereses por demoras en los pagos.

El encuentro no estuvo exento de suspicacia­s. Se supo que la UIA había pedido observar la licitación del Puerto de Buenos Aires, una concesión por 30 años con opción a otros 15:, apenas les mostraron los pliegos y no les dieron tiempo para opinar.

Los técnicos de la UIA aventuraro­n que la industria caerá otro 2,5% este año que se suma a la baja de 3,5% de 2018. Miguel Acevedo, presidente de la entidad, hizo hincapié que no está a salvo ningún sector. Eso sí, informó que este jueves el Presidente los convocó para un plan de fortalecim­iento para las economías regionales. Y contó, como empresario ligado a la agroindust­ria con Aceitera General Deheza, que la cosecha viene pujante. El campo vuelve a ser la estrella, terminaron por admitir. ■

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