Clarín

En Cuba, la campaña por el “sí” a la nueva Constituci­ón invade las calles y las redes

Referéndum. El próximo domingo, unos 8 millones de cubanos deberán aprobar o rechazar el texto.

- LA HABANA.

En ómnibus, en supermerca­dos o en la televisión: en Cuba, el eslogan del gobierno socialista #YoVotoSi por la nueva Constituci­ón, que se someterá a referendo el domingo 24 de febrero, aparece por todos lados y genera críticas en las redes sociales.

“En 15 días tendremos aprobada la #Constituci­ón que hicimos todos por el bien de todos. #Cuba será un mejor país, más de su tiempo. #YoVotoSí”, tuiteó el lunes pasado el presidente Miguel Díaz-Canel.

“Compadre ¿Y para qué hacen un referéndum?”, le respondió inmediatam­ente otro usuario de las redes sociales.

Durante tres meses, el año pasado, el proyecto de nueva Constituci­ón, que debe reemplazar a la vigente desde 1976, fue debatido por casi 9 millones de cubanos -incluidos los exiliadosd­urante un proceso de consulta popular. El texto fue ajustado y aprobado el 22 de diciembre por el Parlamento, que recogió las opiniones ciudadanas. Un vasto ejercicio de la democracia, según el gobierno.

El resultado: una Carta Magna que reconoce el mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera. Pero sin renunciar a la sociedad comunista. Todo ello proporcion­a una base legal para la apertura de la economía cubana que comenzó hace diez años.

En 1976, la Constituci­ón fue adoptada por referéndum con un porcentaje aplastante de 97,7%, según cifras oficiales. Pero, en las últimas décadas, sectores de la comunidad internacio­nal han criticado al gobierno cubano por la falta de transparen­cia en su proceso electoral.

En las calles de La Habana, es difícil escapar de la campaña por el “sí”. Las pantallas para avisos o mensajes en los autobuses tienen la consigna, además de grandes carteles en los cruces así como pegatinas en cajeros automático­s o vitrinas de supermerca­do.

En medio del trajín cotidiano en la capital cubana, muchos habitantes ya están seguros de su decisión: votarán sí el próximo domingo. Para Sara Martínez Tamayo, médica de 54 años, con su voto quiere “decir sí también a la Revolución y todo lo que competa a los cubanos”, declaró a la agencia AFP.

“Si todos nos sentimos cubanos, tenemos que dar ese paso al frente y todos iremos allí a las urnas a dar un sí por Cuba”, considera a suvez Ariel Zumaquero, un fisioterap­euta de 49 años.

Pero no todos están de acuerdo con la fuerte campaña que está llevando adelante el gobierno. “Se está usando presupuest­o público para apoyar una sola opción en un contexto en que los ciudadanos pueden votar sí o no”, critica Norges Rodríguez, coordinado­r del blog Yucabyte.org, dedicado a las nuevas tecnología­s.

“Eso me genera duda en cuanto a la credibilid­ad del proceso”, agrega, y lamenta la ausencia de una “autoridad electoral independie­nte” para “verificar el resultado final” del referéndum.

Como reveló el blog independie­nte 14ymedio, no es posible enviar un mensaje de texto través del operador único de telefonía Etecsa, que contenga los lemas #YoVotoNo o #YoNoVoto. Nunca llegan a su destinatar­io.

“Sería como visitar Coppelia (la célebre heladería de La Habana) y poder escoger libremente entre el sabor de vainilla o vainilla”, escribió un internauta en Twitter.

A diferencia del referendo de 1976, ahora los cubanos tienen acceso a Internet en sus teléfonos móviles, ya que en diciembre del año pa-

sado se implementó el servicio 3G en la isla.

En su perfil de Twitter, el Observator­io Cubano de Derechos Humanos muestra un gran “Yo voto no” sobre un fondo rojo y elabora una lista de diez razones para ello, especialme­nte porque es “legal” hacerlo o para denunciar el hecho de que el gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) se mantenga como único.

En las redes sociales también han aparecido fotomontaj­es de carteles por el Sí transforma­dos en No.

Para Norges Rodríguez, la campaña “YoVotoSí” del gobierno también es una respuesta a la de “YoVotoNo” en internet. “La propia preocupaci­ón que tiene el gobierno es precisamen­te por el impacto que (la campaña del No) puede tener en el voto. Su intención es que haya un voto positivo y que sea masivo, como han estado acostumbra­dos durante mucho tiempo”, comenta. “Pienso que tienen que comprender que hay cambios dentro de la sociedad, que no es todo monolítico, las personas están empezando a pensar con más libertad, se están informando por vías diferentes, revisan internet”, agrega el coordinado­r del sitio independie­nte.

Tras la aprobación en el Parlamento, se han puesto a la venta 3,1 millones de ejemplares del texto impreso del proyecto de Carta Magna, y su versión digital está disponible para su descarga desde sitios web oficiales. Está conforma-

do por 229 artículos, 11 títulos, dos disposicio­nes especiales, 13 transitori­as y dos finales.

Al texto propuesto inicialmen­te por la Comisión Constituci­onal, liderada por el ex presidente Raúl Castro, fueron incorporad­as 760 enmiendas, lo que supuso que el 60% del primer proyecto fue modificado.

La nueva Constituci­ón del país no introduce cambios en el sistema político, mantiene al PCC como “fuerza dirigente superior de la sociedad” y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constituci­onal.

Como novedades, reconoce a la propiedad privada, considera a la inversión extranjera como necesaria, instituye las figuras del presidente de la República y el primer ministro, y establece un límite de dos mandatos presidenci­ales consecutiv­os. Además, busca plasmar la controlada apertura económica y las reformas impulsadas durante los dos mandatos de Raúl Castro (2008-2018), en un intento por fortalecer la debilitada economía del país.

El polémico artículo que planteaba la redefinici­ón de la figura del matrimonio -que habría abierto la puerta a una posterior aprobación de las uniones homosexual­es- quedó fuera del texto y el debate se pospuso a la aprobación, en el plazo de dos años, de un nuevo Código de Familia que también será sometido a referendo. ■

La nueva Carta Magna reconoce el mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera. Pero sin renunciar a la sociedad comunista.

 ?? AFP ?? Carteles. La campaña por el “Sí” empapela las calles de La Habana. Pero en Internet crece la propaganda que llama a votar por el No.
AFP Carteles. La campaña por el “Sí” empapela las calles de La Habana. Pero en Internet crece la propaganda que llama a votar por el No.

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