Los que se cobijan bajo la bandera del peronismo
En el país donde la corrupción se ha apoderado de todos los poderes, se duda que se “arregle” durante los procesos democráticos. Recordemos que prima la frase: “No te investigo si no me investigas”. Pero como el poder lo tiene el pueblo y no se cree en la Justicia, hagamos una justicia paralela donde se acumulen las pruebas de los ilícitos.
Si bien alguien busca y pretende “echar un manto de ¿neblina? y olvido”, ahí estaría la verdadera historia de las tramoyas e ilícitos de los que se arrogan el poder para estafar a todos nosotros. De ser necesario, se depositaría en un país extranjero, fuera de los alcances del poder, de los detalles y datos que prueben los delitos. Sabemos las cosas, pero no podemos hacer nada, mientras todos se cobijen bajo la bandera del peronismo. ¡Pobre Perón!, si viese a estos que usan su imagen para engañar a los ¿tontos? votantes, ¿o están en el reparto de prebendas, dádivas y/o empleos públicos? Hagamos algo, antes de pasar a otra vida. Reproduzco una carta de una publicación en la prensa de Buenos Aires: “Después que los perros hacen sus necesidades, con las patas traseras la tiran lejos y yo no fui. Cuando hace unos días pretendí buscar un Horowitz de 188 mm y un par de FAL, casi termino en el manicomio. No es fácil sacar alguno de esos elementos del arsenal, ya que no caben en un bolsillo. No comprendo cómo no pueden saber los funcionarios judiciales quién se llevó pólvora, cañones y fusiles. Es evidente que o son ineficientes o hay connivencia. Lo que más nos duele es que no sabemos si la operación comercial fue o no exitosa. ¿Se ganó o se perdió en la venta? Y quién se quedó con el dinero”. Escrito por Josefa S. Vargas-Villa Regina. Estos son casos que han demorado demasiados años en esclarecerse y hasta que los participantes no esté bajo tierra, no habrá culpables y ni se sabrá dónde fue el precio de la venta. ¿Es connivencia entre los que fueron y los que están?