May, en su peor momento, hizo un dramático pedido por TV para salvar el Brexit
A 9 días del portazo definitivo con la UE, la premier pidió postergar la ruptura al 30 de junio, y atacó al Parlamento exigiendo que vote su controvertido plan de salida.
La primera ministra Theresa May acusó directamente a los parlamentarios británicos como los responsables del retraso del Brexit, algo que ella lamenta personalmente. En un discurso directo a la opinión pública británica el día en que la Unión Europea aceptó el retraso del Brexit hasta el 30 de junio pero exigió que fuera aprobado por el Parlamento, la premier dijo que ella no está dispuesta a retrasarlo más tiempo.
“Yo he pedido a la Unión Europea que nos dé más tiempo para hacer una opción final sobre el acuerdo del Brexit”, dijo anoche la primera ministra desde Downing St.
“Ustedes están cansados de diputados que no hablan de nada más que Brexit cuando ustedes tienen precupaciones reales. Yo estoy de su lado. Es ahora tiempo de que los parlamentarios decidan”, intimó May en su breve y retrasado discurso.
Luego de que los diputados rechazaran dos veces su plan de Brexit y el titular de la Cámara de los Comunes John Bercow se lo impidiera votar por tercera vez sin modificaciones, la premier apuntó a los legisladores.
“Los diputados no han podido acordar una manera de implementar el Brexit. Como resultado nosotros no nos iremos a tiempo con el acuerdo del 29 de marzo. Este retraso es una cuestión que lamento mucho de manera personal”, aclaró la premier. Otro de sus argumentos fue no participar en las elecciones europeas, casi tres años después de que los británicos eligieran irse de la Unión Europea.
Ahora la jefa de gobierno debe asistir hoy y mañana a la Cumbre Europea de Bruselas, donde van a discutir la postergación con los líderes europeos y podría ser condicionada. Por lo pronto le exigen que consiga una mayoría parlamentaria para el plan la semana próxima. Una misión imposible si la moción no es modificada mientras algunos diputados viajan a Bruselas para operar contra la posibilidad de un No Acuerdo.
Otro día extraordinario en la Cámara de los Comunes y en el reino. Con el 90% del país pensando que la negociación del Brexit es “una humillación nacional”, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk aceptó la corta extensión del Brexit hasta el 30 de junio, tras el pedido por carta de May. Pero exigió que fuera aprobada por la Cámara de los Comunes.
Una última línea de salvación para May pero muy difícil de cumplir porque los diputados británicos consideran que la primera ministra ha querido ignorarlos hasta ahora. Nadie sabe cómo May va a conseguir una mayoría para votar la extensión en este clima.
Ahora el Brexit va a quedar en manos del Parlamento, que accidentalmente puede generar un No Acuerdo por la guerra civil entre los conservadores. El escenario más temido por todos es si el Consejo Europeo sigue imponiendo condiciones a Londres en la cumbre de Bruselas y como reaccionarán los Brexitiers.
Pero crece la idea entre los diputados conservadores y el poderoso comité 1922 de que May no puede seguir al frente de las negociaciones en su partido. Una de las razones por las que ella decidió hablar directamente a los ciudadanos para persuadir a los que quieren removerla.
Los escoceses nacionalistas llamaron a la Cámara de los Comunes a sesionar el sábado, en nombre de la gravedad de los hechos. Otros diputados creen que la Cámara debe sesionar en continuo hasta que finalice la cumbre europea.
May buscaba organizar mientras tanto una reunión con los partidos de la oposición para discutir la extensión del artículo 50 (que establece el proceso para la salida de un Estado miembro de la UE), cuando ella ya había enviado la carta a Bruselas para pedir la postergación del Brexit.
La reunión con la oposición fue desastrosa. May no cambió un ápice su posición y el líder laborista Jeremy Corbyn no participó porque habían sido convocados el grupo de legisladores independientes que se habían ido de su partido y de los conservadores. “Lo más terrible fue constatar que ella no tiene plan B. Está lista para irse de la UE sin acuerdo. Ella no tiene otro interés que salvar a su partido, no al país”, dijo la diputada Anne Soubry, que se fue del partido conservador dos semanas atrás.
La jefa de gobierno está desesperada por mantener su plan pero no tiene el poder ni los votos para hacerlo. Su gabinete amenaza con renuncias y en el Consejo Europeo van a condicionarle el Brexit y los plazos. Su única arma es el No Acuerdo y es la mayor amenaza en estas horas. ■